Haider conducía al doble de la velocidad permitida cuando sufrió el accidente

Viena.-  Según los primeros indicios de la investigación, el político ultranacionalista austríaco Jörg Haider conducía a 142 kilómetros por hora cuando tuvo el accidente que le costó la vida. Esa velocidad es más del doble de la permitida en el trayecto del siniestro, donde se prohíbe circular por encima de los 70 kilómetros por hora. El político había asistido a una fiesta esa misma noche.

Robert Telsing (EFE)

Esta es una de las últimas fotografías tomadas de Haider antes de su muerte. El político austriaco asistió a una fiesta antes de coger su vehículo.

Además, el resultado del informe pericial sobre los restos del vehículo, un Volkswagen Phaeton que tenía sólo tres meses de antigüedad, indicaron que éste no sufría ningún desperfecto que podría haber ocasionado el accidente. "Cualquier especulación de que haya podido haber cualquier otra causa que no fuera un accidente están descartadas", ha asegurado Gottfried Kranz, de la Fiscalía de la Klagenfurt, a la agencia APA.

Según la policía, Haider perdió el control del Volkswagen Phaeton V6 de tracción total después de realizar un adelantamiento e incorporarse a su carril en una carretera prácticamente recta y que no representaba especiales dificultades de conducción.

Los investigadores manejaban diversas hipótesis para explicar la pérdida de control: una posible falta de visibilidad por la niebla, una cabezada al volante de pocos segundos y el exceso de velocidad, que parece que jugó un papel clave. En el momento del choque, sobre las 1.15 horas, Haider volvía de una fiesta, donde estuvo acompañado por sus colaboradores políticos y donde se captó la última imagen con vida del dirigente (que puedes ver en este artículo).

Se descarta un infarto al corazón

Por otra parte, el resultado provisional de la autopsia descartó que Haider tuviera un ataque al corazón como explicación la salida del vehículo de la carretera. El análisis forense se ordenó para "excluir cualquier eventualidad", pero la posibilidad de una enfermedad, como un ataque al corazón, se puede descartar "con casi total seguridad", declaró hoy Kranz a la radio pública ORF .

Los daños internos eran de tal magnitud que, a pesar de llevar el cinturón de seguridad puesto y haber funcionado correctamente los airbags, era imposible que sobreviviese al impacto contra un poste de hormigón. "Incluso aunque hubiera estado allí en el momento del accidente un equipo de urgencias no podría haberle salvado", afirmó Kranz.

En Carintia, la región de la que era gobernador con altas cotas de popularidad, miles de personas hicieron fila hasta entrada la madrugada para firmar en el libro de condolencias dedicado al político en la sede del ejecutivo, informó la ORF. Los ciudadanos han llevado decenas de cirios, cartas, pancartas y flores en la entrada del edificio para homenajear a Haider.

El lugar del accidente se ha convertido en "un mar de luces", según la ORF, debido a las velas dejadas en el arcén, donde el político perdió el control del vehículo.