Los forenses dicen que la niña murió lesionada por un "golpe directo de 5 a 8 horas antes"

A Coruña.-  Los forenses que participaron en la autopsia de la pequeña Natalia Zapata, fallecida en Ferrol el 18 de junio de 2005 a causa de un desgarro intestinal provocado supuestamente por malos tratos, coinciden en que la lesión se produjo por "un golpe directo y de 5 a 8 horas antes de su muerte".

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(EFE)

En la sesión de ayer, Paola Andrea Vélez y su ex pareja se acusaron el uno al otro del asesinato de la pequeña. En la imagen, el letrado Ricardo Pérez (c), que ejerció la acusación particular en nombre de Juan Alberto Zapata (a la izquierda del abogado).

Esta mañana se celebró en la Audiencia Provincial de A Coruña la segunda sesión de la repetición del juicio por la muerte de la niña, tras anular el Tribunal Supremo (TS) la sentencia dictada en 2007 al estimar que uno de los magistrados que dictó el fallo estaba "contaminado", porque había resuelto recursos durante la instrucción de la causa.

El fiscal pide para la madre de la pequeña, la colombiana Paola Andrea Vélez, ocho años y dos meses de cárcel por homicidio imprudente, maltrato familiar y tres delitos de malos tratos habituales; y para el ex novio de ésta, Iván Naveiras, 24 años y nueve meses por un delito de asesinato, tres de maltrato familiar y otro de maltrato habitual en el ámbito familiar.

Tanto el equipo forense como los representantes del Instituto Nacional de Toxicología, que declararon a través de una videoconferencia, aseguraron que los hematomas que la niña presentaba en el cuerpo "parecían ser de origen traumático" y no haber sido producidos por un accidente.

También apuntaron que la pequeña falleció por un 'shock' séptico ocasionado por la rotura del asa intestinal, posiblemente causada por un traumatismo abdominal, en concreto por "un golpe directo de una intensidad importante", aclaró uno de los forenses.

El equipo forense coincidió con algunos de los médicos que atendieron a la criatura en afirmar que los hematomas tenían "distinta antigüedad", como se podía saber por su coloración.

Uno de los pediatras que atendió a Natalia dijo que no sospechó de malos tratos, ya que la pequeña acudió a la consulta acompañada por el novio de su madre, que la trataba de forma "muy cariñosa".

Asimismo, señaló que la niña presentaba en el cuerpo algunos hematomas, "no muchos ni muy grandes, aproximadamente del tamaño de una moneda de dos euros".

En el juicio compareció también la doctora encargada de examinar a la niña el día de su muerte en el centro de salud de Narón. Según su testimonio, Natalia "no reaccionaba, aunque tenía los ojos abiertos", y presentaba hematomas diferentes y contusiones en la cabeza, por lo que su pronóstico fue "grave".

De hecho, añadió, tenía "las pupilas muy dilatadas y sufría un cuadro de hiperventilación".

La pequeña fue trasladada en una ambulancia al Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol, adonde llegó "llena de hematomas y agonizando", relató el médico encargado de atenderla en el centro.

"Nuestra atención es muy rápida y la imagen que me quedó es la del cuerpo lleno de hematomas", manifestó este profesional, que sentenció que una persona que hubiese estado horas antes con la niña habría advertido las lesiones en la piel porque eran "evidentes".

Finalmente, otro de los médicos que intervino en la reanimación subrayó que, aunque alguno de los hematomas que refleja el informe de los forenses pudo haber sido provocado por el masaje cardíaco que se le practicó, la niña ya presentaba muchas lesiones de ese tipo.

Considera el doctor que, si Natalia hubiese sido atendida antes, podría haberse salvado, y apuntó que, en un estado semejante, tenía que sentir "un intenso dolor" que no le habría permitido levantarse, ir sola al baño ni comer, como ayer relató el joven Iván Naveiras, con quien la criatura estuvo el día 18 de junio por la mañana.