La madre de la niña fallecida dice que ésta temía a su ex novio porque era "muy estricto"

A Coruña.-  La ciudadana colombiana Paola Andrea Vélez, madre de Natalia, fallecida en junio de 2005 en Ferrol por un desgarro intestinal ocasionado supuestamente por malos tratos, afirmó hoy que su hija le "tenía miedo" al que entonces era su novio, Iván Naveiras, "porque era muy estricto".

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(EFE)

El letrado Ricardo Pérez (c), que ejerció la acusación particular en nombre de Juan Alberto Zapata (a la izquierda del abogado), padre biológico de la niña de dos años fallecida en Narón.

La mujer hizo estas afirmaciones al comienzo esta mañana en la Audiencia provincial de A Coruña de la repetición del juicio por el asesinato de Natalia Zapata, tras la anulación por el Tribunal Supremo de la sentencia dictada en 2007, debido a que uno de los magistrados no podía formar parte del tribunal al haber resuelto recursos durante la instrucción de la causa.

En la vista oral comparecieron Vélez, para la que la Fiscalía pide una pena de 8 años y dos meses de cárcel por homicidio imprudente, maltrato familiar y tres delitos de malos tratos habituales.

Para el otro imputado, Naveiras, la Fiscalía solicita 24 años y nueve meses de prisión por un delito de asesinato, tres de maltrato familiar y otro de maltrato habitual en el ámbito familiar.

En su testimonio, la madre afirmó que la niña, que tenía poco más de dos años cuando murió, tenía mucho respeto Naveiras, que se ocupaba en el hogar de ella mientras Vélez trabajaba.

La progenitora relató que la pequeña "no había tenido ningún problema" de salud hasta que se fueron a vivir con el acusado, en marzo de 2005.

"Se caía lo normal y le habían diagnosticado bronquitis, posiblemente por el cambio de clima", pero nunca había tenido que acudir al médico por otra causa hasta ese momento, aclaró.

Vélez indicó que decidió romper la relación con Naveiras porque "bebía mucho" alcohol y por "sus salidas".

Por su parte, el acusado aseguró que la madre "tenía muy poca paciencia" con la niña, era "muy agresiva y le gustaba mucho montar gresca".

Naveiras destacó que "nunca" golpeó a Natalia, aunque "a lo mejor le daba algún cachete cuando jugaba con ella", pero sí dijo haber oído a la madre golpear a la pequeña "con un cinturón y con las manos".

Natalia murió en el Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol el 18 de junio de 2005 a causa de un desgarro intestinal y según el informe no fue trasladada a un centro médico hasta las 17:00 horas, a pesar de que el acusado, que estaba con ella en casa, declaró que había vomitado varias veces durante la mañana.

Naveiras rechazó acompañar a la niña al hospital alegando que tenía el coche averiado, circunstancia que su ex novia negó, y aseguró que el centro médico está a "al menos 15 ó 20 kilómetros".

Relató que, cuando llegó Vélez regresó al domicilio le propuso llevar a la niña al médico porque "se le estaban empezando a ir los ojos para los lados".

Naverias dijo que fue Vélez quien se opuso a ello porque la niña "tenía moratones en la espalda", aunque la madre contradijo esa versión y afirmó fue él quien rechazó ir al centro médico y que finalmente accedió a condición de que ella permaneciera en casa.

En la vista oral comparecieron también una tía de Naveiras, cuyo esposo es propietario del bar en el que trabajaba Vélez, así como una amiga de ésta con la que vivió anteriormente y dos agentes policiales que procedieron a detenerlos.

La tía de Naveiras dijo haber visto a Vélez pegar a la niña en dos ocasiones y afirmó que era una pequeña "apagada y poco alegre", mientras que la amiga de la madre subrayó que los moratones comenzaron a aparecer cuando se fue a vivir con el hombre.