Argentina hace guiños al mercado para espantar su fama de mal pagador

Buenos Aires.-  El plan para reabrir el canje de deuda con los acreedores privados anunciado por Argentina busca la "reconciliación definitiva" con los mercados de un país que carga con una fama de "defaulteador serial", coincidieron expertos consultados por Efe.

La presidenta Cristina Fernández anunció el lunes que tres bancos internacionales presentaron una propuesta "muy favorable" para reabrir la reestructuración concretada hace tres años para los acreedores privados que rechazaron adherirse al canje porque el país tenía "fama de incumplidora y mentirosa", según la mandataria.

La oferta fue presentada por Deutsche Bank, Citigroup y Barclays en representación de tenedores con bonos por unos 10.000 millones de dólares, casi la mitad del total de acreedores que rechazó el canje de 2005.

"Es una decisión muy relevante pues venimos de una situación en la que el mercado de renta fija local estuvo bastante golpeado y a partir de este anuncio lo que se logra es una mejora de las expectativas de los agentes económicos al demostrarse que Argentina tiene capacidad y voluntad de pago", dijo a Efe Alejandro Vinitzky, analista senior de la consultora financiera Maxinver.

El anuncio de Fernández se suma a otras señales de su Gobierno a los mercados que incluyen un mecanismo por subasta para recomprar títulos soberanos y la decisión de cancelar la deuda por 6.700 millones de dólares con el Club de París, foro integrado por 19 naciones desarrolladas.

Argentina mantiene una política de reducción progresiva de su deuda pública, que actualmente es del 55 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) frente a 160 por ciento sobre el PIB que representaba a finales de 2001, cuando el país declaró el mayor cese de pagos de su historia.

En junio del 2005, Argentina concretó con acreedores privados un canje con el que redujo en un 65,4 por ciento pasivos por 102.000 millones de dólares en bonos impagos, en tanto que en 2006 canceló toda su deuda con el Fondo Monetario Internacional por 9.500 millones de dólares.

Según Pablo Tigani, economista de la consultora privada Hacer, la posibilidad de reabrir el canje con los acreedores privados representa "un giro hacia al pragmatismo" por parte del Gobierno Argentino.

En opinión del analista, el Ejecutivo argentino se ha caracterizado por "pararse de una forma no muy dócil frente a los organismos internacionales de crédito" y ahora "se da cuenta de que llega el momento de aflojar y lo hace".

"Lo que le quedaba era darle una opción a los holdouts (acreedores que no aceptaron el canje de 2005) y por eso el Gobierno encargó a los bancos armar esta propuesta hace unos cuantos meses que ahora ve que la masa crítica de acreedores está dispuesta a aceptarla", dijo a Efe el experto.

Para Tigani, la propuesta es "más que interesante" para Argentina "porque tiene una quita del 66 por ciento y no hay desembolsos en efectivo", mientras la crisis financiera desatada en EE.UU. vuelve a los acreedores más propensos a aceptar "lo que sea, antes que quedarse sin nada".

La oferta de las tres entidades bancarias incluye además una refinanciación mediante un canje de préstamos garantizados por unos 10.000 millones de dólares que vencen a lo largo de los próximos tres años y que están dentro de las carteras de bancos y administradoras de fondos de jubilación.

Por lo demás, y aunque los expertos coinciden en que Argentina ya tiene asegurados los fondos necesarios para hacer frente a sus compromisos de pago de los próximos quince meses, la posibilidad de regularizar la situación con los "holdouts" le habilita para poder colocar deuda en el futuro en los mercados internacionales.

Esta situación no se repite desde octubre de 2000 y, hoy por hoy, le está vedado.

"Es un paso muy bueno para reconciliarse con el mundo en una etapa donde Argentina va a necesitar inversiones para seguir creciendo en un contexto donde los fondos no van a sobrar por la crisis de EE.UU.", destacó Tigani.

"Éste es el último paso para volver al mercado de capitales cuando éste se normalice y Argentina necesite hacerlo", agregó.