Río de Janeiro.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó hoy la privatización parcial de la petrolera Petrobras y prometió fortalecerla y prepararla para la nueva era energética del país.
La principal empresa de Brasil fue vendida parcialmente en los años 90 por el Gobierno del socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1994-2002), en medio de una ola privatizadora neoliberal que predominó en una América Latina en crisis económica.
"Tenemos 62% de las acciones vendidas. El Gobierno sólo tiene 38% de las acciones. Menos mal que no le quitaron al Presidente de la República el derecho de designar al presidente de Petrobras y la directiva porque, si no, eso sería hecho en la bolsa de Nueva York", se quejó Lula.
La principal empresa de Brasil fue vendida parcialmente en los años 90 por el Gobierno del socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1994-2002), en medio de una ola privatizadora neoliberal que predominó en una América Latina en crisis económica.
Según Lula, fue un error deshacerse del patrimonio público en momentos en que Brasil tenía problemas de balanza de pagos.
"En crisis uno no debe vender nada porque va a vender más barato. Nunca acepté la idea de que para resolver un problema habría que crear otro problema", dijo el mandatario durante un acto oficial en una nueva plataforma petrolera de Petrobras.
El tema de la propiedad accionarial de Petrobras ha cobrado mayor relevancia en los últimos meses, cuando la empresa ha anunciado descubrimientos de enormes yacimientos de petróleo y gas natural a grandes profundidades bajo el lecho del océano Atlántico.
Esas reservas probables podrían llegar a entre 50.000 y 80.000 millones de barriles y ubicarían a Brasil entre las 10 mayores potencias petroleras del mundo en la próxima década, según el Gobierno.
Dos de estos yacimientos, con hasta unos 12.000 millones de barriles, han sido localizados por un consorcio formado por Petrobras (40%), la portuguesa Galp y la británica BG.
"No tengo nada en contra de que Petrobras tenga acciones en la bolsa, pero la verdad es que es una empresa estratégica para la construcción de la soberanía de un país", subrayó hoy Lula.
Destacó que ahora tendrán que hacerse inversiones muy grandes para extraer ese crudo y ese gas hallados, y transformarlos en más empleo, salud, ciencia y educación.
"Necesitamos que el resultado sea compartido entre todos. Si no, unos quedan más ricos y otros más pobres", agregó al afirmar que los nuevos descubrimientos petroleros son una oportunidad para corregir errores históricos en la distribución de la riqueza en Brasil.
"Estamos sólo comenzando, pero vamos a transformar este país. Vamos a fortalecer a Petrobras y tener una industria petrolífera muy fuerte en el mundo", prometió.
Lula encabezó la ceremonia oficial de lanzamiento de la plataforma P-53, con capacidad para producir 180.000 barriles por día de crudo, almacenar dos millones de barriles y comprimir seis millones de metros cúbicos de gas natural.
La gigantesca estructura fue construida durante más de dos años en el estado de Río Grande do Sul, a un costo de 1.300 millones de dólares.
Será anclada en el campo Marlim Este, en la cuenca de Campos, a 120 kilómetros de la costa del estado de Río de Janeiro, la principal provincia petrolera de Brasil.
Su capacidad instalada equivale al 10 por ciento de la producción actual de todo Brasil y, según Petrobras, será clave para mantener la autosuficiencia petrolera.
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