Apuestan por la formación para reinsertar parados y cambiar el modelo económico de Castilla-La Mancha

Toledo.-  El Plan por el Crecimiento, la Consolidación y la Calidad en el Empleo en la región (2008-2013) nace con una apuesta fundamental por la formación y con dos objetivos básicos: dar una respuesta inmediata a los desempleados y promover un nuevo modelo de desarrollo económico, con empleo estable y más cualificación.

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(EFE)

El secretario regional de UGT, Carlos Pedrosa; el presidente de la CECAM, Jesús Bárcenas; el presidente regional, José María Barreda; el secretario regional de CCOO., José Luis Gil, y la consejera de Trabajo, Mariluz Gordillo, tras firmar el Plan por el Crecimiento, la Consolidación y la Calidad del Empleo en Castilla-La Mancha 2008-2013.

El Plan, dotado con 1.201.481.466 euros, se ha fraguado en nueve meses de negociaciones entre el Gobierno regional, la CECAM y los sindicatos CCOO y UGT, cuyos máximos responsables, José María Barreda, Jesús Bárcenas, José Luis Gil y Carlos Pedrosa, respectivamente, han firmado el documento hoy en Toledo.

Se trata, a corto plazo, de dar una respuesta a la crisis económica facilitando la reincorporación al mercado de trabajo de las personas que hayan perdido su empleo o sufran riesgo de perderlo, pero, a medio y largo plazo, el objetivo es más ambicioso: lograr un nuevo modelo de desarrollo económico que no dependa tanto de la construcción y que se apoye en la calidad y el valor añadido.

Para ello, las empresas deben ser más competitivas, el empleo tiene que mejorar en estabilidad, calidad, seguridad e igualdad y los trabajadores deben estar mejor formados.

Así, casi la mitad de la inversión prevista, más de 510 millones de euros, se destinará a la formación de trabajadores, uno de los siete ejes en los que se divide el Plan, que contiene 106 medidas y que viene acompañado por una memoria económica.

El plan parte del diagnóstico de que la comunidad vive "la paradoja" de que muchas personas tengan dificultades para encontrar ocupación y, al tiempo, haya escasez de mano de obra cualificada, sobre todo en áreas ligadas a las nuevas tecnologías y a la sociedad de la información.

El empleo aparece en nuevos yacimientos, pero los sectores tradicionales "se ven sometidos a fuertes contracciones", por lo que en el futuro habrá problemas en zonas rurales poco pobladas, con un empleo de baja calidad, escasa estabilidad, bajos salarios y dirigido a personas poco formadas.

A partir de este diagnóstico, se impulsarán medidas para crear empleo de forma inmediata, con planes especiales e iniciativas para ayudar a los trabajadores de los sectores más afectados por la crisis, con una cantidad total cercana a los 260 millones de euros.

Se diseñarán itinerarios personalizados para la búsqueda de empleo, para lo que se reforzará la Red de Orientación para el Empleo con más de ochenta nuevos técnicos, con una inversión de 83 millones de euros.

Otros 41 millones se destinarán a ayudas para la contratación indefinida desde el inicio de la relación laboral, con especial énfasis en las mujeres: habrá ayudas de 3.000 euros para la contratación de hombres, de 6.000 para la de mujeres y de 8.000 para quienes estén alejados del mercado laboral y mujeres víctimas de violencia machista.

La contratación de discapacitados y su formación tendrán partidas específicas de 53 millones de euros y se hará un esfuerzo de 41,5 millones de euros para modernizar el SEPECAM con el objetivo de convertirlo en el mejor sistema de empleo de España.

Otro apartado destacado del Plan es la conciliación de la vida familiar y laboral, con un programa específico dotado con 61 millones de euros.

Más de 120 millones de euros se dedicarán a uno de los objetivos más ambiciosos del plan: potenciar el tejido industrial mediante las ayudas al desarrollo local, el fomento de nuevos yacimientos de empleo, la incorporación de tecnólogos y, sobre todo, el impulso del autoempleo y de la iniciativa emprendedora con 60 millones de euros.

La mayor inversión en formación (221 millones) se hará en la que vinculada a la inserción laboral, a la obtención de certificados de profesionalidad y a la de los jóvenes que abandonan el sistema educativo, mientras que la formación en alternancia recibirá 128 millones y la continua otros 90.