El Barcelona y sus problemas para defender a balón parado

Barcelona.-  Al margen de los problemas para marcar observados en los últimos partidos, solventados con los tres tantos sumados ante el Sporting de Lisboa, el Barcelona ha mostrado problemas en la defensa de jugadas en estático del rival, ya que anoche volvió a encajar un tanto en una acción de este tipo.

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(EFE)

El centrocampista mexicano del FC Barcelona, Rafael Márquez (d), pelea un balón con el delantero Yannick Djalo, del equipo portugués del Sporting de Lisboa, durante el partido de la Liga de Campeones.

El Barça de Josep Guardiola, en pleno proceso de construcción, tiene muchos problemas para defender las jugadas a balón parado. De hecho, en los dos últimos partidos el equipo azulgrana ha cedido dos tantos de esta manera.

Ante el Racing de Santander, el tanto le costó dos puntos al equipo. Fue en una falta lanzada por Garay y que fue desviada por Jonathan Pereira, en una jugada de despiste por parte de la defensa.

Frente al Sporting de Lisboa, la zaga barcelonista tampoco estuvo muy acertada, ya que no supo defender con acierto una falta lateral que remató Tonel desde muy cerca de la meta de Valdés.

También en la vuelta de la previa de la 'Champions', el Barça encajó un tanto en una jugada a balón parado frente al Wisla Cracovia. El gol de Cleber, a la salida de un córner y de cabeza, supuso una intrascendente derrota de los de Guardiola, que llevaban cuatro goles de ventaja del partido de ida.

Según diferentes versiones, el cambio de marcaje en las jugadas de estrategia con respecto a años anteriores ha influido en estas acciones. Antes, el equipo defendía estas jugadas con marcajes individuales, ahora lo hace en zona.

Guardiola sabe que queda mucho por hacer y admite problemas en este tipo de jugadas. Frente al Sporting portugués, el técnico explicó que sus jugadores estaban mal situados. "No defendimos bien la posición", ha explicado.

Contra el Sporting, el entrenador del Barça decidió darle otro aire a su defensa, con la idea de aprovechar el carril derecho. Apostó por una defensa poco usual formada por tres centrales (Márquez y Piqué), aunque uno de ellos (Puyol) jugó de lateral izquierdo, y un lateral derecho (Alves).

La idea, como explicó después el técnico, es que su equipo creara el juego a partir de las incorporaciones de Alves por la derecha. El equipo ganó en profundidad por aquella zona y desequilibró el dispositivo defensivo del rival, muy pendiente del marcaje de Alves y de Messi, situados en ataque en zonas próximas sobre el terreno de juego.