Morales consulta con sus bases sindicales los avances del diálogo con la oposición

La Paz.-  El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha convocado "de emergencia" a los movimientos sociales que le apoyan para revisar hoy en La Paz el documento de acuerdo avanzado con la oposición autonomista para frenar el conflicto que afecta al país.

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(EFE)

Militares que controlan la ciudad de Cobija, capital de Pando, detienen hoy, al prefecto (gobernador) de esta región, el opositor Leopoldo Fernández (de pie con camisa blanca i.), al que el Ejecutivo boliviano acusa de ser responsable de la matanza ocurrida en días pasados.

En rueda de prensa, el gobernante boliviano dijo que siente que ese documento "puede ser una base para seguir dialogando" y que espera que en el transcurso del día se avance con el acuerdo.

"Convoqué de emergencia a los movimientos sociales que están en Palacio revisando este documento avanzado hasta ahora, porque no se trata de llegar a un acuerdo (para que) después algunas regiones no acaten el acuerdo", dijo Morales.

Los avances fueron logrados por el prefecto (gobernador) de Tarija, Mario Cossío, que ejerce de portavoz de sus colegas autonomistas, y el vicepresidente, Álvaro García Linera, quienes están reunidos hoy por tercera vez para perfilar el documento base.

En la mesa de negociaciones está la controversia sobre el reparto de la renta petrolera a las regiones, el proyecto de nueva Carta Magna que impulsa Morales y los estatutos autonomistas de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.

Morales subrayó que no es la primera vez que plantea una compatibilización entre los estatutos autonómicos de esas regiones y el proyecto de nueva constitución.

"Dijimos que vamos a garantizar las autonomías, pero autonomías en el marco de la legalidad, de la constitucionalidad", sostuvo Morales al señalar que las soberanías se aplicarán en todo el país, una vez que se aprueben en la nueva Constitución del Estado.

También dijo que están dispuestos a debatir el tema de la renta petrolera con la participación de los movimientos sociales que en su momento presionaron para cambiar la ley petrolera y aumentar los ingresos del Estado.

"Si hubiéramos sido escuchados por los prefectos, no habría este conflicto, estos muertos, no hubieran apaleado grupos a gente inocente en algunas ciudades, no hubiera habido cortes en los gasoductos", dijo Morales.

A su juicio, los conflictos fueron una demostración "de fuerza" de los prefectos, pero "felizmente hay un apoyo interno y externo que permite seguir apostando por estas transformaciones profundas".

En medio de la crisis, Morales obtuvo ayer un fuerte respaldo de la Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), reunida en Santiago de Chile, que ejerce la presidencia temporal del bloque.

Unasur hizo una llamada al diálogo para establecer las condiciones que permitan superar la actual situación "en el marco del pleno respeto al Estado de Derecho y al orden legal vigente".