Satisfacción y cautela de la comunidad internacional por el acuerdo de Zimbabue

Johannesburgo.-  La comunidad internacional reaccionó hoy con satisfacción, pero también con cautela, por el acuerdo para formar un Gobierno de unidad nacional alcanzado ayer en Zimbabue, y cuyos pormenores se conocerán cuando se firme, el lunes próximo.

En contraste, Amnistía Internacional (AI) se mostró "preocupada" por el acuerdo y señaló que no puede suponer una amnistía o el perdón para los violadores de los derechos humanos en ese país.

Pese a la satisfacción, ni Estados Unidos ni la Unión Europea han adelantado si levantarán las sanciones impuestas al régimen del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, tras los últimos comicios de junio pasado, en los que fue reelegido y cuyos resultados no han reconocido.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo hoy que desea que el acuerdo "lleve al país a una paz duradera y a su recuperación y contribuya a una rápida mejora en el bienestar y el respeto de los derechos humanos del pueblo zimbabuense, que ha sufrido durante mucho tiempo".

La portavoz de la ONU, Michele Montás, en nombre de Ban,felicitó a las partes y al presidente sudafricano, Thabo Mbeki, por su "incansable labor de mediador", al tiempo que recordaba que la organización internacional ha participado en la negociación a través de su enviado especial, Haile Menkerios.

El Alto Representante para la Política Exterior y la Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana, mostró en un comunicado su "satisfacción por el anuncio del acuerdo".

Solana espera que el acuerdo permita a Zimbabue "salir de su profunda crisis en interés del pueblo zimbabuense y también de toda África meridional".

En términos similares se manifestó en otro comunicado el secretario general de la Commonwealth, Kamalesh Sharma, quien espera que "el acuerdo ponga los cimientos para la reconciliación y reconstrucción que el pueblo de Zimbabue espera desde hace mucho tiempo".

Recuerda Sharma que el acuerdo se firmará el lunes, cuando se conocerán sus términos, y muestra la disposición de la Commonwealth "a apoyar adecuadamente" el proceso que se pueda abrir e Zimbabue para reconstruir el país, que se encuentra en una situación de caos político y económico.

El Gobierno sudafricano es el más entusiasta con este acuerdo, por el que el portavoz de la Presidencia, Ronnie Mamop, felicitó en una nota de prensa al pueblo y líderes políticos zimbabuenses, que han necesitado más de mes y medio para llegar a un pacto desde que se iniciaron las negociaciones.

"Sólo el pueblo de Zimbabue, con el apoyo de la comunidad internacional, puede ser el artífice de su propio destino", por lo que el Gobierno de Sudáfrica pide el respaldo en "el difícil camino de la reconstrucción, reconciliación y construcción nacional" de los zimbabuenses.

Como contrapunto, AI recalca que el acuerdo, alcanzado entre Mugabe y el líder de la oposición, Morgan Tvangirai, para formar un Gobierno de unidad nacional, no puede impedir que se lleve ante la justicia a los violadores de los derechos humanos, se descubra la verdad y se entreguen las debidas reparaciones a las víctimas.

"Una solución duradera para la crisis de Zimbabue debe tener en sus bases el respeto y protección de los derechos humanos", recalca HRW, que indica que sería "una traición" a las víctimas que la comunidad internacional "apoyara una amnistía antes de juzgar a los responsables".

Las milicias de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), de Mugabe, junto a la Policía, han sido acusadas por el opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), de Tsvangirai, de agredir y asesinar a decenas de sus seguidores antes y después de las elecciones de este año.