Trabajadores del mayor polo automotriz brasileño también amenazan con parar

Río de Janeiro.-  Los trabajadores de las fabricantes de vehículos en el cinturón industrial de Sao Paulo, el mayor polo automotor de Brasil, amenazaron hoy con parar por reivindicaciones salariales a partir del lunes, en medio de paralizaciones y manifestaciones en otras regiones del país.

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(EFE)

Las presiones se producen cuando vence el plazo que tienen los sindicatos de metalúrgicos de todo el país y las diferentes asociaciones de fabricantes para acordar el aumento salarial anual.

La amenaza se suma a las huelgas que mantienen desde el lunes los trabajadores de Volkswagen-Audi y Renault-Nissan en la ciudad de Curitiba, al sur de Brasil, y a otras de 24 horas realizadas ayer en fábricas de Honda, General Motors, Toyota y Mercedes Benz, en ciudades del interior del estado de Sao Paulo, en el sureste.

Las presiones se producen cuando vence el plazo que tienen los sindicatos de metalúrgicos de todo el país y las diferentes asociaciones de fabricantes para acordar el aumento salarial anual.

La mayoría de los sindicatos de metalúrgicos exigen que los fabricantes de automóviles concedan un reajuste de cerca del 12 por ciento, que incluya la reposición de la inflación en el último año, de cerca del 7,6 por ciento, y un aumento real del 5 por ciento.

Para presionar las negociaciones, el Sindicato de Metalúrgicos del ABC (municipios que componen en cinturón industrial de Sao Paulo) anunció hoy que los empleados de las diferentes fábricas analizarán, antes del próximo lunes, las ofertas realizadas por los empresarios para determinar si se suman a las huelgas.

Las presiones en el ABC, sin embargo, comenzaron antes. Los 3.000 trabajadores del segundo turno en la fábrica de Mercedes Benz se cruzaron hoy de brazos y los de la montadora Scania realizaron paros escalonados durante toda la jornada.

Los empleados tanto de Mercedes Benz como de Scania también decidieron suspender las horas extras hasta que concluyan las negociaciones, lo que significa que no trabajarán sábado ni domingo.

Ayer los 7.000 trabajadores de las plantas de Volkswagen y Ford en Taubaté ya habían atrasado en una hora el inicio de sus labores.

"Las movilizaciones son una respuesta de los trabajadores a la falta de interés de los patrones en las negociaciones", según un comunicado divulgado por el Sindicato de Metalúrgicos del ABC.

"Los trabajadores de todas las plantas realizarán asambleas entre el sábado y el lunes para decidir si inician huelgas la próxima semana", agrega la nota.

El presidente del Sindicato de Metalúrgicos del ABC, Sergio Nobre, afirmó en declaraciones a la privada Agencia Estado, que, si las industrias no ofrecen "un aumento real razonable" hasta el sábado, los trabajadores de las diferentes plantas deben votar por huelgas por tiempo indeterminado.

"Confiamos en que nos presente una propuesta razonable el viernes o el sábado para evitar la huelga, que no le interesa a nadie", afirmó Nobre, cuyo sindicato representa a unos 35.000 trabajadores de fabricantes de automóviles en el estado de Sao Paulo.

El dirigente afirmó que los empresarios apenas están ofreciendo un aumento real del 1,25 por ciento, además de la reposición de la inflación.

"Los fabricantes ofrecieron más el año pasado y este año están registrando récords de ventas y alcanzando resultados mejores que los de 2007", afirmó.

Precisamente este jueves la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores anunció que el país produjo en los ocho primeros meses del año 2,32 millones de automóviles, un número récord para el período y en un 20,3 por ciento superior a la de los ocho primeros meses del año pasado (1,93 millones).

La huelga de 8.000 metalúrgicos en las fábricas de Volkswagen-Audi y Renault-Nissan en la ciudad de Curitiba, que completó hoy cuatro días, fue reafirmada en asambleas en las que los trabajadores rechazaron el aumento real del 2,5 por ciento (por encima de la inflación) ofrecido por los fabricantes.

Apenas los 2.600 empleados del fabricante de camiones y autobuses Volvo en Curitiba suspendieron la huelga tras aceptar el aumento real del 2,5 por ciento.