Escritores y editores abogan por no reeditar, sino renovar los premios Formentor

Formentor (Mallorca).-  Escritores de renombre internacional y los principales representantes del sector editorial han defendido hoy la necesidad de no reeditar sino de idear unos nuevos galardones literarios, distintos a los que nacieron a finales de los cincuenta bajo el auspicio de los encuentros de Formentor.

Los participantes en la primera mesa redonda de esta nueva edición de los encuentros de Formentor -que hace más de cuarenta años lograban reunir a escritores de todo el mundo en este enclave del norte de Mallorca- han reconocido que rescatar los premios de entonces en la época actual no tiene sentido.

El escritor y editor Mario Muchnik, el editor Malcon Otero Barral -nieto de Carlos Barral-, el escritor Josep María Castellet, el editor italiano Ernesto Ferrara y el autor Basilio Baltasar han compartido hoy un coloquio, moderado por el periodista Juan Cruz, en el que han llegado a la conclusión de que los premios Formentor han de cambiar para ir con los tiempos.

"Hacer los mismos premios ahora no sólo no estaría bien, sino que sería imposible", ha asegurado Malcon Otero, que ha heredado el negocio de la edición y que reconoce que los elementos que condicionan hoy día la literatura son muy diversos a los de hace cuarenta años.

La presión del márketing y la calidad abandonada ante la cantidad han creado un caldo de cultivo diferente a la hora de plantear unos premios que, como han coincidido todos los presentes, han de volver pero han de ser distintos y mantener una de las esencias fundamentales como es dar garantías literarias.

Muchnik, principal defensor de esta propuesta, ha reconocido que hoy en día "es muy difícil" conseguir la independencia que tenían entonces Camilo José Cela y el editor Carlos Barral -principales promotores de estos encuentros- y "su optimismo".

"Antes creíamos que podíamos cambiar el mundo con los grandes libros, ahora sabemos que el mundo solo es maleable para algunos y que, como mucho, los libros pueden ayudar a salvarlo y a que sea un poco mejor", ha manifestado Muchnik, que además de escritor consagrado es editor independiente.

Para Muchnik los premios Formentor no han de volver a ver la luz, sino que han de transformarse, de adaptarse "pero, eso sí, han de tener un significado literario, no sólo comercial".

En la misma línea se ha mostrado el escritor Josep María Castellet, quien ha hecho hincapié en que los nuevos premios han de otorgar especial relevancia al diálogo, a las conversaciones literarias y, en este sentido, ha defendido que sean públicas las discusiones de los jurados sobre quién ha de llevarse un premio.

Malcon Otero ha defendido también esta propuesta de acercar el debate literario a todos, al contrario de lo que se ha venido haciendo hasta ahora, opinión a la que Basilio Baltasar se ha opuesto por considerar que los expertos de la literatura tienen derecho a debatir y decidir en la intimidad sin que se los ponga en duda.

Otero, nieto de Barral, y representante de la nueva generación de editores, ha querido también dejar claro que la situación apocalíptica con la que se pinta el sector editorial actual no es tal y ha garantizado que "no sólo no se viven los peores momentos de la edición, sino más bien los mejores".

"Se publica todo lo que hay, no hay ningún Kafka en el cajón", ha asegurado Otero, quien ha abogado porque los nuevos premios Formentor queden desvinculados de la actividad editorial.