El Gobierno venezolano cuestiona el valor de Cemex y deja pendiente la firma de la expropiación

Caracas.-  El Gobierno venezolano cuestionó hoy el valor de los activos de la cementera mexicana Cemex, que valoró en un máximo de 400 millones de dólares, mientras quedaba pendiente la anunciada firma del decreto de expropiación de la empresa.

"Si nos fuéramos por el valor de Cemex en la Bolsa de Valores, el valor de mercado, porque ellos tienen el 25 por ciento de sus acciones en el mercado, eso no sobrepasa los 400 millones de dólares", destacó el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez.

Ramírez reiteró que la directiva de Cemex "aspiraban más de 1.300 millones de dólares" por sus activos en Venezuela, y volvió a reclamar por "inconsulta" que la mexicana vendió en junio pasado en 355 millones de dólares las acciones que poseía en sus subsidiarias de Guadalupe, Panamá, República Dominicana y Trinidad y Tobago.

Agregó que el Gobierno del presidente Hugo Chávez ya posee una aproximación del valor real de Cemex, "por lo que continuarán las conversaciones para establecer un justi-precio que previamente cubra los pasivos laborales y ambientales de la empresa", informó la agencia estatal de noticias (ABN).

Asimismo, el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, dijo que el valor "total" de los activos de Cemex en Venezuela "no llegarían a 400 millones de dólares", con el argumento de que las instalaciones y los sistemas de producción de la mexicana "no están actualizados" y por ello requeriría "inversiones".

El Estado venezolano tomó simbólicamente las plantas de Cemex en el país la medianoche de ayer, cuando finalizó el plazo de 60 días para llegar a un acuerdo económico entre el Gobierno de Hugo Chávez y la cementera, que domina el 50 por ciento del mercado nacional.

Entonces, Ramírez anunció que hoy se firmaría el decreto de expropiación de Cemex luego de no alcanzarse un acuerdo de compraventa en el lapso de negociaciones, pero pasadas las 21.30 hora local (02.00 GMT del miércoles) ese trámite no se había concretado.

Por su parte, el Gobierno mexicano respaldó hoy a Cemex en su reclamo por continuar las negociaciones con las autoridades de Venezuela sin un "trato discriminatorio" y "conforme al marco legal", en un comunicado emitido por la cancillería mexicana hoy.

La industria del cemento es el nuevo sector incluido en el plan de nacionalizaciones que ejecuta Chávez y que ha involucrado hasta ahora a las telecomunicaciones, electricidad, petróleo, banca y cemento.

Ayer, el Gobierno firmó acuerdos de compraventa de la mayoría accionarial con las cementeras suiza Holcim y francesa Lafarge, que controlan el restante 50 por ciento del mercado nacional, por un total de 819 millones de dólares.

Luego de un recorrido hoy por una de las plantas de Cemex en el país, la de Pertigalete, en el estado oriental de Anzoátegui, Ramírez aseveró que la empresa opera con normalidad, al igual que Lafarge y Holcim.

Cemex es el mayor fabricante de cemento y hormigón de Venezuela, donde posee 15 instalaciones que produjeron unas 4,6 millones de toneladas de cemento al año, y genera empleos directos e indirectos para unas 3.000 personas, según datos de la empresa.

Por otra parte, la Comisión Nacional de Valores suspendió hoy por 24 horas la venta de las acciones de Cemex de Venezuela para "preservar los derechos de los inversionistas minoritarios y garantizar la transparencia del mercado".

Chávez sostuvo este domingo que decidió nacionalizar las industrias productoras de cemento "para lanzar con fuerza el plan de construcción de viviendas en el país".

El jefe del Estado ha criticado que los planes oficiales de construcción de viviendas se han visto retrasados debido al déficit de cemento en el país, supuestamente derivado de que las cementeras exportan la mayoría de su producción.