Lugo celebra la víspera de su asunción con un compromiso hacia los humildes

Asunción.-  Fernando Lugo se comprometió hoy ante miles de sus seguidores a defender a los más humildes y a hacer posible "el cambio" que marcó su victoria en las elecciones de abril y que le llevará mañana a convertirse en presidente de Paraguay.

"Ustedes el 20 de abril cambiaron la historia de nuestra patria" y "ya no volveremos hacia atrás, ya nada será igual que antes", clamó el ex obispo católico en el acto multitudinario celebrado esta tarde en un complejo polideportivo de Asunción, en la víspera de su toma de posesión.

El acto había arrancado deslucido por la ausencia de varios presidentes latinoamericanos que habían asegurado su participación, entre ellos el presidente venezolano, Hugo Chávez, el de Ecuador, Rafael Correa, y el mandatario boliviano, Evo Morales, pero que finalmente no asistieron por el retraso en su llegada a Paraguay.

Sin embargo, pronto se animó el ambiente con la ceremonia indígena en la que participó el ex obispo, de 57 años, y en la que hizo un juramento de compromiso entre danzas y rituales ancestrales.

Los asistentes mostraron mayor entusiasmo cuando Lugo hizo el anuncio de que renunciará a sus emolumentos como jefe de Estado, de unos 4.000 dólares mensuales, como símbolo de solidaridad con los más desfavorecidos.

"Renunciaré a mi sueldo de presidente de la República. No me hará falta ese dinero que pertenece a los más humildes", aseguró, a la vez que invitaba a otros políticos a que siguieran su ejemplo.

Subrayó que la lucha contra la corrupción será uno de los objetivos de su Gobierno, de forma que "Paraguay será conocido como un país honrado, como un país honesto, como un país transparente".

Y lanzó una advertencia: "que tiemblen los que han robado la ilusión y el dinero de la patria", dijo.

Lugo jurará mañana su cargo ante la prevista presencia de nueve presidentes de América Latina, el príncipe Felipe, heredero de la Corona de España, el jefe de Estado de Taiwán, Ma Jing-Jeou, y un centenar de delegaciones de todo el mundo.

Entre esas representaciones estaban los líderes de partidos de izquierda de América Latina que sí acudieron al multitudinario acto de Lugo en el estadio de la Secretaría Nacional de Deportes.

Allí fueron ovacionados con el ondear de banderas paraguayas, argentinas, venezolanas y comunistas, que mezclaban la hoz, el martillo y la efigie del Che Guevara con insignias sindicales y estudiantiles.

En un abigarrado espectáculo, podían escucharse ritmos indígenas guaraníes, canciones populares paraguayas y música de un orquesta venezolana, además una curiosa interpretación de la "Internacional" que dio paso a la intervención del vicepresidente cubano, José Ramón Machado, único alto cargo extranjero presente en el estrado.

Machado recordó "el tiempo" en que paraguayos y cubanos estuvieron "aislados", enumeró los sectores de cooperación impulsados por el Gobierno de La Habana y subrayó que este interés de Cuba responde a la "solidaridad" entre pueblos hermanos.

El vicepresidente Machado transmitió un saludo de los hermanos Castro, Fidel y Raúl, y cerró su intervención con un "Venceremos" que fue coreado por los asistentes.

Otro líder de izquierda al que dio un fuerte abrazo Lugo y agradeció su presencia fue el ex dirigente tupamaro y posible candidato a la presidencia de Uruguay José Mujica, que se había separado de la comitiva del presidente Tabaré Vázquez para acudir a la cita del nuevo jefe de Estado paraguayo.

Uruguay y Paraguay son "los hermanos pequeños del Mercosur", pero no son "menos importantes. Mercosur no será Mercosur sin Uruguay y Paraguay", afirmó.

Y apostó por "una integración equitativa" de esos dos países y los grandes que forman el Mercosur, Argentina y Brasil.

Mientras concluía esta fiesta popular en honor de Lugo, al aeropuerto internacional de Asunción iban llegando las delegaciones presidenciales, casi todas con varias horas de retraso.

En la manifestación se esperaba, además de Chávez, Correa y Morales, a los jefes de Estado de Honduras, Manuel Zelaya; de Uruguay, Tabaré Vázquez; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Michelle Bachellet, y de Argentina, Cristina Fernández.