El escaso apoyo político de Venezuela dificulta la lucha antidroga, según un informe de EE.UU.

Washington.-  La lucha global contra el narcotráfico ha registrado avances, pero la corrupción y, en el caso de Venezuela, un escaso apoyo político, dificultan esa labor, según un informe divulgado hoy por la Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO) de EE.UU.

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(EFE)

Se calcula que el 90% de la cocaína producida en los países andinos y que entra a EE.UU. pasa primero por Centroamérica y México, y el diez restante lo hace por el Caribe.

"Pese a los avances en la cooperación internacional, varios factores, incluyendo las limitaciones de recursos y falta de voluntad política, han impedido que EE.UU. progrese en su ayuda para que los Gobiernos sean socios plenos y autosuficientes en los esfuerzos antinarcóticos", dijo el análisis de 65 páginas.

El informe de la GAO, solicitado por el senador republicano Charles Grassley y el legislador demócrata Howard Berman, analizó la cooperación antinarcóticos en las Bahamas, Jamaica, Haití, República Dominicana, Guatemala, Panamá, Ecuador y Venezuela, que figuran entre los principales "países de tránsito" del narcotráfico.

La GAO recordó que estos países tienen recursos limitados para la lucha contra los narcotraficantes y muchas de sus iniciativas dependen de la asistencia de Estados Unidos.

Además, otro impedimento en la cooperación antinarcóticos ha sido la falta de voluntad política para aplicar las iniciativas contra el narcotráfico en algunos países.

"Esto es particularmente cierto en Venezuela que, debido a las tensas relaciones con EE.UU., ha dejado de cooperar en las iniciativas antinarcóticos estadounidenses desde 2005", señaló el informe.

Desde el año fiscal 2003 hasta el de 2007, Estados Unidos suministró un total de más de 950 millones de dólares en ayuda directa o indirecta para la lucha antinarcóticos en los países de la "zona de tránsito", sin incluir la cooperación destinada a México.

"Los programas para fortalecer la capacidad de interdicción marítima se han visto afectados, ya que los países socios carecen de combustible y otros recursos necesarios para operar y mantener las embarcaciones proveídas por EE.UU.", indicó la GAO.

El informe también señaló las carencias de la llamada Iniciativa para la Seguridad de Contenedores (CSI, por su sigla en inglés), un programa a cargo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), cuyo objetivo es impedir la entrada a EE.UU. del contrabando de armas de destrucción masiva.

La CSI "no se ha utilizado de forma rutinaria para detectar drogas ilícitas, pese a que se podría usar para este propósito", indicó el informe, que se apoyó en entrevistas con autoridades dentro y fuera de EE.UU.

En general, la ayuda de EE.UU. ha propiciado mejoras en los procesos para recabar e intercambiar información y datos de inteligencia para la confiscación de drogas y el arresto de narcotraficantes.

La capacitación policial y el apoyo logístico y material brindado por EE.UU. ha permitido que los países participen en operaciones antidrogas por mar y tierra, según la evaluación de los esfuerzos antinarcóticos entre 2003 y 2007.

La asistencia estadounidense ha fortalecido la capacidad de los fiscales que trabajan en casos relacionados con el narcotráfico, pero es difícil evaluar el impacto de estos programas, debido a las deficiencias en la interpretación de resultados, agregó.

Según cifras oficiales, los narcotraficantes de la región han logrado transportar anualmente hacia EE.UU. entre 460 y 1.030 toneladas métricas de cocaína a través de esta zona de tránsito desde 2003.