El ex obispo Fernando Lugo, un referente de la opción por los pobres en Paraguay, asumirá la presidencia del país con la promesa de luchar frontalmente contra la desigualdad, pero con un ministro que en el anterior gobierno aplicó las recetas ortodoxas del FMI. Lugo, quien sucederá en el cargo a Nicanor Duarte, incluyó como uno de los principales ejes de su plan de Gobierno para el período 2008-2013 la lucha contra la pobreza y la generación de empleo, aunque uno de sus primeros nombramientos fue el de Dionisio Borda como titular de Hacienda, que ocupaba esa cartera hace cinco años. Tiempo: 02:20