Entre desfiles y fuegos artificiales, el Tíbet se cuela en los Juegos

Entre un repaso los hallazgos más importantes que China ha hecho en su historia y espectaculares fuegos artificiales y acrobacias, durante la ceremonia de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 pocos se han acordado del conflicto tibetano. Sin embargo, un anuncio publicitario insertado en mitad de la ceremonia se ha encargado de recordarnos que ese territorio, como Teruel, existe.

Entre el paseíllo de unos olímpicos y otros, se ha colado la cara más reconocible del apoyo al Tíbet: el budista practicante (y también actor) Richard Gere.

La televisión pública española ha emitido el spot del nuevo Lancia Delta, que, además de tener a Gere como protagonista, tiene como escenario las montañas del Tíbet y, como personajes secundarios, a algunos niños budistas que se divierten emulando al actor marcando sus manos sobre la nieve. Richard Gere es gran amigo del Dalai Lama y uno de los defensores más conocidos de los derechos humanos en el Tíbet. Su activismo se materializa en la cofundación de Tibet House, organismo para la conservación de la cultura tibetana, y la presidencia de la Junta de Directores por la Campaña Internacional para el Tibet, organización que promueve las libertades democráticas en el territorio.

En este contexto, el anuncio, además de portar un mensaje comercial, también ha traído a la memoria un mensaje político: la reivindicación de la causa tibetana y la defensa de sus libertades.