La campaña mediática del referendo revocatorio boliviano entra en su recta final

La Paz.-  La campaña mediática del referendo revocatorio que se celebrará en Bolivia el próximo 10 de agosto entró en su recta final, marcada por la pugna entre oficialistas y opositores por el horario estelar televisivo y radiofónico.

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(EFE)

El presidente boliviano, Evo Morales (i), lanzó el pasado 21 de junio su campaña para ser ratificado como mandatario en el referendo revocatorio convocado para el próximo diez de agosto.

Cuando faltan siete días para la consulta que decidirá la continuidad o revocación del presidente Evo Morales, el vicepresidente, Álvaro García Linera, y los gobernadores regionales, la "guerra" de anuncios televisivos y radiales entre el Gobierno y sus opositores se hace cada vez más intensa.

La franja nocturna, entre las 19.00 y las 20.00 horas, cuando millones de bolivianos se sientan delante del televisor, es la preferida por los que buscan convencer a los indecisos a través de la propaganda.

Según datos del Observatorio Nacional de Medios (ONADEM), un 75 por ciento de los bolivianos elige la televisión para informarse, si bien, la radio tiene los índices de credibilidad más altos en todos las regiones, excepto en el departamento de Santa Cruz, donde el periódico cosecha más confianza.

El responsable de ONADEM, el periodista Erick Torrico, señaló que la campaña del revocatorio está marcada por la "lógica de la confrontación", una de las características de la política boliviana.

Según Torrico, la campaña evidencia el choque de dos proyectos de país, aunque también han cobrado especial protagonismo los recursos naturales y la administración de los ingresos que generan.

Destacó que tanto oficialistas como opositores orientan sus campañas más a la descalificación del rival que a defender la legitimidad de sus respectivos proyectos.

La subida de precios de los alimentos, la supuesta "sumisión" de Morales a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, o la presunta vinculación del Gobierno de Morales en el atentado contra un canal televisivo en el sur del país son los argumentos más empleados por los opositores al presidente en esta campaña.

El Ejecutivo responde con anuncios que promocionan sus políticas sociales como la Renta Dignidad, que ofrece una pensión mensual a las personas mayores, o el Bono "Juancito Pinto", consistente en ayudas a escolares, sin olvidar los beneficios que, según el Gobierno, ha reportado la nacionalización de los hidrocarburos.

Además del Gobierno y las prefecturas que se someterán al referendo, la maquinaria propagandística está trabajando a todo vapor en los movimientos sociales que rodean a los partidos políticos y que históricamente han sido decisivos en los procesos electorales del país.

Sindicatos leales a Morales y comités cívicos que respaldan a la oposición llegan a pagar una media de seis bolivianos (0,8 dólares) al segundo por estos espacios de propaganda electoral en las cadenas de televisión para pedir el voto a sus candidatos o la revocación del rival, según medios locales.

Para Torrico, esto "es una indicación de que los partidos están jugando a aparecer con aliados, pero probablemente con financiación de ellos mismos", ya que hay incluso organizaciones que acaban de surgir y que no tendrían dinero para pagar las campañas por sí solas.

Desde un anuncio con imágenes de la película "El Padrino" para acusar a un gobernador de estar mal asesorado, hasta el uso de canciones populares para pedir el "Sí a Evo", los publicitarios de ambos bandos han intentado exponer sus mejores ideas creativas de cara al referendo del 10 de agosto.

Pero en algunos casos, la frontera entre la creatividad y la descalificación está demasiado cerca y varios anuncios han sido criticados por diferentes organizaciones al ser considerados especialmente duros como por ejemplo un spot contra los prefectos opositores, que los relaciona directamente con ex políticos acusados de corrupción y los tacha de racistas o violentos.

El organismo encargado de la regulación de la publicidad, la Corte Nacional Electoral (CNE), ha tomado parte en el asunto y ha resuelto retirar la emisión de varios spots televisivos que transgreden el Código Electoral.

Entre ellos figura un anuncio de la Federación Nacional de Mujeres Bartolina Sisa que hace referencia a una investigación de la Fiscalía sobre un depósito de 1,7 millones de dólares que la familia del prefecto de La Paz, José Luis Paredes, hizo en España.