Un estudio de la Universidad de Oviedo aconseja optar por la incineración de residuos

Oviedo.-  El estudio multidisciplinar sobre la fracción resto de residuos sólidos urbanos en Asturias que COGERSA encargó a la Universidad de Oviedo aconseja la instalación de una planta incineradora como única alternativa para la eliminación de aquellos que no pueden ser reciclados ni reutilizados.

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(EFE)

Un operario selecciona los residuos durante la inauguración, el pasado año, de la planta de reciclaje de envases y de papel y cartón en las instalaciones de Cogersa.

Las conclusiones del trabajo, en el que han participado seis catedráticos de las universidades de Oviedo, Santiago de Compostela, Valladolid y Lovaina, en Bélgica, han sido presentadas hoy por el coordinador del proyecto, el catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Oviedo, José Coca.

Según Coca, el aumento que se registra en Asturias en la producción de residuos sólidos urbanos se sitúa próximo al 13 por ciento anual y el último dato refleja que el volumen de este tipo de desechos alcanzó en la comunidad las 477.000 toneladas en 2007.

Paralelamente a este tipo de residuos, en 2007 se recogieron en Asturias 118.117 toneladas de desechos industriales, 82.553 toneladas de lodos de depuradoras, 28.120 toneladas de papel y cartón y 11.229 toneladas de vidrio, hasta superar un volumen total de residuos de 700.000 toneladas.

Además, el estudio, encargado en noviembre de 2007, asegura que la fracción resto, que queda tras las técnicas de reducción, reutilización y reciclaje, ascenderá en la región a las 400.000 toneladas al año en 2015 según las previsiones más optimistas.

José Coca se ha referido a la incineración con recuperación energética como una de las prácticas más extendidas en Europa, donde existen ya más de 400 plantas.

Respecto a las alternativas existentes a la incineración contempladas por el estudio, la pirólisis, la gasificación y el plasma, José Coca ha asegurado que son más caras y sólo permiten dar respuesta a un volumen de residuos de 75.000 toneladas frente al medio millón que permite destruir la incineración.

Entre las bondades de la quema de residuos, este experto ha destacado que una incineradora permitiría dar respuesta a la necesidad de valorización energética establecida por la última directiva europea sobre residuos.

Ha señalado que en la actualidad otros estados europeos como Suiza y los Países Bajos incineran el 80 por ciento de sus residuos sólidos urbanos frente al porcentaje de quema de España que oscila entre el 0,1 y el 0,5 por ciento.

José Coca ha asegurado que mientras en un vertedero los tóxicos no se destruyen, una incineradora realiza un tratamiento exhaustivo de los gases para dar cumplimiento a la normativa.

Así, de todas las dioxinas que se generan en países como Alemania, sólo un 1 por ciento proceden de la incineración.

"Los vertederos son sistemas más económicos pero que producen gases contaminantes como el metano que contribuyen al calentamiento global en una proporción que es 23 veces superior a la del CO2", ha explicado.

Preguntado acerca de los riesgos de la incineración para la salud humana, Coca y el catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago, Manuel Bao, han coincidido al afirmar que aunque la seguridad total no existe, una incineración a temperaturas superiores a los 850 grados resultaría inocua para los seres vivos.

Manuel Bao ha señalado que la preocupación por la contaminación por microbios de la incineradora debe ser superior a la medioambiental y ha dicho que el entorno de la fábrica tiene la misma seguridad que cualquier otro área y las distancias de seguridad deben respetarse por cuestiones exclusivamente referidas a los olores.

Por su parte, la consejera de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Belén Fernández, ha recordado que esta tarde se reúne la Junta de Gobierno de COGERSA para informar a los 78 ayuntamientos que integran el organismo sobre las conclusiones del estudio.

"Hoy se pondrán sobre la mesa los procedimientos asociados a la solución para la gestión de la fracción resto de residuos tras el agotamiento del vertedero en 2015", ha comentado.

COGERSA planteó la pasada legislatura la construcción de dicha planta con capacidad para quemar anualmente 450 toneladas de residuos no reciclables que supondría una inversión de 250 millones de euros y entraría en funcionamiento en 2010.