GP de Alemania, las valoraciones: La carrera horribilis de Alonso

La carrera de Fernando Alonso en Alemania es la historia de un agudo infortunio aderezado con déficits técnicos insalvables de su R28. Ya lo habíamos avanzado en la previa: su coche tiene graves problemas de tracción (en carrera ha quedado demostrado cada vez que daba gas para entrar en la larga recta de atrás de Hockenheim), y encima genera demasiada carga aerodinámica en las zonas rápidas, lo que le resta velocidad punta.

(REUTERS)

El GP de Alemania pasará a los libros de historia de la Fórmula Uno

En resumidas cuentas, los defectos del Renault de 2008 complican sobremanera defenderse ante un rival, pero aún peor que eso, impiden atacar. En el GP de hoy ha quedado clarísimo. Fernando Alonso sólo ha podido intentar adelantar en el momento en que el piloto que circulaba delante de él cometía un fallo en la salida de la curva (el ejemplo más claro es el adelantamiento a Nico Rosberg). En circunstancias normales, el Renault no llegaba a acercarse lo suficiente al rebufo del coche precedente. Y así es imposible adelantar, aunque el coche que lleves por delante ruede medio segundo por vuelta más lento que tú. Pero, ¿cómo lo han hecho los demás 21 protagonistas del GP de Alemania?

Ferrari (Kimi Räikkönen, 6º; Felipe Massa, 3º)

Peor, imposible. Kimi Räikkönen pagó muy cara su nefasta actuación en los entrenamientos de ayer, motivada en gran medida por un grave error estratégico descubierto hoy: su equipo había sobrecargado su coche de gasolina. A ello hay que sumar el accidente de Timo Glock, que le obligó a perder en el pit lane mucho tiempo (y muchas posiciones) esperando a que repostara su compañero de equipo (la lógica de carrera le daba toda la prioridad a él). En la recta final consiguió, al menos, remontar hasta el sexto lugar, por delante de Robert Kubica.

En cuanto a Felipe Massa… Bien, podemos decir que hay actuaciones que dañan la moral (y a veces hasta la carrera deportiva) de un piloto. Hoy hemos visto un claro ejemplo, que encima se debe sumar al festival de trompos de Silverstone. Massa es un excelente segundo piloto cuando las cosas van bien y el coche es perfecto, como bien demostró en su fugaz era como compañero de Schumacher, pero Ferrari necesita pilotos que ganen mundiales.

BMW Sauber (Robert Kubica, 7º; Nick Heidfeld, 4º)

La historia de Alonso y Piquet, pero sin podios de por medio. El Safety Car benefició al piloto BMW que peor carrera estaba protagonizando, hasta acabar encumbrándolo al cuarto lugar. Kubica, por su parte, hizo lo que pudo con un coche que está lejos de su mejor forma. A BMW se le escapa el tren del mundial.

McLaren-Mercedes (Lewis Hamilton, 1º; Heikki Kovalainen, 5º)

No existen adjetivos para definir con exactitud el carrerón de Hamilton en Hockenheim. El inglés ha dado un severo varapalo a todos sus rivales y a su intensa legión de críticos, que hoy difícilmente encontrará justificación a su excelente carrera. El británico es rápido, agresivo y hoy no ha cometido un solo error. Un diez para él. En cuanto a Kovalainen, el finlandés cumplió su papel de gregario del equipo y sufrió un largúísimo último stint con neumáticos blandos.

Toyota (Jarno Trulli, 9º; Timo Glock, abandono)

El accidente de Timo Glock fue el punto de inflexión de la carrera. Hasta ese momento, tanto el alemán como Trulli estaban completando una excelente carrera, batiendo a los Toro Rosso, Red Bull y Renault en la zona de puntos. A partir del archifamoso coche de seguridad, Trulli vio arruinada su acertada estrategia y, para más inri, el italiano cometió un error a diez vueltas del final que le costó el puntito de la octava plaza.

Red Bull (Mark Webber, abandono; David Coulthard, 13º)

Los Red Bull estuvieron lejos de las prestaciones de otras ocasiones. Siempre lejos de los puntos, ni Coulthard ni Webber pudieron hacer nada para remediar la falta de adaptación de su coche a la pista. Al menos, Dieter Mateschitz se va con la satisfacción de que su nuevo piloto en 2009, Sebastian Vettel, puede regalarle muchas tardes de gloria. Claro que no sabemos si a Mark Webber esto le habrá hecho mucha gracia…

Renault (Fernando Alonso, 11º; Nelsinho Piquet, 2º)

Fernando Alonso rozó el cajón en varias ocasiones, pero entre errores propios y ajenos se quedó sin él. Y lo peor es que ha sido su compañero el primero en lograrlo. Más munición para los críticos de Alonso, que no son pocos, y un severo golpe de efecto a las aspiraciones deportivas del asturiano, que hasta este momento había podido ningunear a su coequipier. Sí, es cierto; Fernando es uno de los mejores pilotos del plantel actual en la F-1, pero la estadística es clara (y dolorosa). Y dentro de diez carreras nadie recordará que Piquet subió al primer podio de su carrera por pura chiripa… Por cierto, un diez a los estrategas de Renault. Va bien ver que de vez en cuando también saben dar en el clavo.

Honda (Jenson Button, 17º; Rubens Barrichello, abandono)

Los milagros, sólo para cuando llueve. En condiciones normales, Honda no tiene nada que hacer para entrar, siquiera, en la zona de puntos.

Williams-Toyota (Nico Rosberg, 10º; Kazuki Nakajima, 15º)

Nico Rosberg no dejó de pelear durante toda la carrera con rivales de mayor talla y al final, gracias a un error de Alonso (y van…) en la horquilla, consiguió adelantarle para colarse en el top 10. Cierto, esto no es la Nascar, aquí sólo puntúan ocho, pero ya es un buen consuelo. Nakajima, por su parte, siguió emulando a su padre en su época como piloto de Lotus…

Toro Rosso-Ferrari (Sebastian Vettel, 8º; Sébastien Bourdais, 12º)

Sebastian Vettel celebró su fichaje por Red Bull regalándose un brillante y trabajado octavo lugar. Cierto, el azar disfrazado de trompo de Trulli tuvo mucho que ver en ello, pero sin coche de seguridad por el medio habría alcanzado cotas mayores. Bourdais, por su parte, sigue perdido en la zona intermedia del pelotón. A la vista de sus resultados generales, parece difícil que siga ligado a la F-1 en 2009.

Force India-Ferrari (Giancarlo Fisichella, 14º; Adrian Sutil, 16º)

El coche de seguridad no les sirvió para nada, pues tanto Sutil como Fisichella ya habían sido doblados a esas alturas de carrera. Al menos, la neutralización de la prueba les sirvió para pescar en posiciones poco habituales.