Gorras y deportivas con el Gobierno, polos y mocasines con el campo argentino

Alejandra Abad Buenos Aires.-  Alejandra Abad

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(EFE)

Vista general de los manifestantes que apoyan hoy, 15 de julio de 2008, a los productores agropecuarios, delante del Monumento de los Españoles, en Buenos Aires (Argentina), en la jornada previa a la votación en el Senado del esquema de impuestos móviles a las exportaciones de granos establecido por el Ejecutivo en marzo pasado, medida que desencadenó el conflicto con el campo.

Buenos Aires, 15 jul (EFE).- Dos concentraciones simultáneas en Buenos Aires pusieron hoy de manifiesto las diferencias entre los partidarios de la propuesta gubernamental de subir los impuestos a la exportación de granos y los seguidores de los productores agropecuarios, que se niegan a aceptarla.

En la Plaza de los Dos Congresos, miles de personas convocadas por el oficialismo se agolpaban bajo globos aerostáticos y cientos de banderas de colores, tocaban en sus tambores ritmos populares argentinos y cantaban canciones del folclore del país.

La mayoría de los simpatizantes del Gobierno de Cristina Fernández vestían ropas humildes y frescas, dada las suaves temperaturas del invierno porteño, y esperaban ansiosos escuchar al ex presidente Néstor Kirchner, esposo de la mandataria y líder del Partido Justicialista (PJ, peronista).

Empleados con ropas de trabajo, jóvenes con gorras, camisetas con lemas peronistas y zapatillas deportivas, eran los más numerosos entre las 95.000 personas que, según fuentes extraoficiales, abarrotaban la plaza de los Dos Congresos.

Mientras, en los alrededores, cientos de autobuses cortaban las calles a la espera del fin del acto para devolver a los asistentes a sus lugares de origen, en su mayoría a los pueblos del Gran Buenos Aires o a provincias limítrofes.

"Yo aquí lo único que hago es sujetar la bandera, yo no he venido por mi propia voluntad, a mí me han traído", confesó a Efe un hombre vestido con un mono de albañil.

La intención de los organizadores era apoyar a la presidenta para sacar adelante el proyecto de aumento de las retenciones a las exportaciones de granos, una resolución que ha provocado un grave conflicto de más de cuatro meses en el país y que se votará mañana, miércoles, en el Senado.

Frente a la demostración de fuerza del Gobierno, los agricultores, la otra cara del conflicto, no quisieron perder la oportunidad de movilizar a su gente antes del debate legislativo y convocaron otra concentración en el porteño barrio de Palermo, a la que acudieron no sólo los hombres del campo sino una nutrida representación de las clases media y alta porteñas.

En la cita de Palermo, uno de los barrios más "glamourosos" de la ciudad, la mayoría de los asistentes vestía también con sus "uniformes de trabajo": trajes, camisas de calidad, mocasines y bolsos de cuero, gafas de sol de marca e incluso botas de montar a caballo.

No faltaron quienes se disfrazaron con máscaras con el rostro de Néstor Kirchner y su esposa, quienes portaron pancartas con lemas como "Cristina, divorciate" o quienes aprovecharon para tomarse una foto ante "Alfredito", el toro inflable que se ha convertido en la mascota de la protesta del campo mientras los asistentes coreaban consignas como "las tetas son de la vaca, no del Estado".

Las 225.000 personas que, según fuentes extraoficiales, se concentraron alrededor del Monumento a los Españoles también entonaron el himno argentino secundando a una cantante de ópera en el escenario.

Los organizadores no descuidaron ni un detalle, desde los sanitarios instalados en la calle, hasta las barbacoas para la venta de los populares "choripanes" (bocadillos de chorizo) y los puestos de banderas, pegatinas o chapas con proclamas en apoyo a los agricultores.

Dos posturas encontradas que no sólo se han enfrentado hoy en las concentraciones del Congreso y Palermo si no que desde hace meses acuden a la Plaza de Mayo, en el caso del oficialismo, o al Obelisco, los seguidores del campo, a manifestarse para defender sus posturas.