Una amplia variedad de dispositivos hace que los mayores vivan más seguros

Madrid.-  Terminales de teleasistencia a domicilio, detectores de caídas, gas y humo, dispensadores eléctricos de medicación o sensores de ocupación de cama, entre otros ingenios, permiten a los ancianos y sus familias, incrementar la seguridad de su vida cotidiana.

Los terminales de asistencia domiciliaria a personas mayores, permiten a los usuarios activar un botón en caso de urgencia médica o de caída, ya que se puede llevar colgado del cuello, incluso en la ducha.

Una vez activada la alarma, un operador llama por teléfono al usuario y, si no responde, un equipo de asistencia se traslada a su casa, a la que podrá acceder gracias a la copia de la llave que el interesado proporciona al contratar el servicio.

Este servicio también realiza llamadas rutinarias cada dos semanas, para saber el estado del mayor, darle consejos sanitarios, o felicitarle su cumpleaños.

El año pasado este servicio, del que disfrutan 85.000 personas en la ciudad de Madrid, recibió más de 70.000 llamadas de emergencia de sus usuarios y cerca de un millón para solicitar información.

Más de la mitad de las llamadas de emergencia correspondieron a problemas sanitarios, una de cada cinco a problemáticas sociales, y poco más de un millar a crisis de soledad o angustia.

Este servicio es gratuito para todos los mayores de 80 años, y para las personas entre 65 y 79 años cuya pensión sea inferior a la máxima contributiva.

Entre las novedades de este tipo de servicios, se encuentran los detectores de caídas, que analizan el movimiento a través de sensores, y que ya tienen a su disposición 2.500 personas en la capital.

El mismo funcionamiento tiene los detectores de humo y gas, cuyo sistema, una vez detectado un posible peligro, envía un mensaje a los servicios de emergencias o a un centro de gestión de asistencia domiciliaria.

Menos populares son los sensores de ocupación de cama o sillón, que ya han contratado 700 madrileños, y que permiten conocer si el usuario se encuentra en su cama durante la noche.

Similar funcionamiento tienen los sensores de frigorífico y microondas, que se enciende en caso de que estos electrodomésticos lleven mucho tiempo abiertos o en funcionamiento, y de los que se han instalado 875 dispositivos en la capital.

También se ha ideado un sistema de GPS para aquellas personas que se desorientan con facilidad o tiene problemas degenerativos cognitivos como los enfermos de alzheimer, que permite su localización a través de un programa vía satélite.

Las tres empresas que gestionan la atención domiciliaria en la capital ofrecen este tipo de servicios a un coste reducido, a excepción de las terminales, que son gratuitas para los grupos de edad indicados.