Xavi Puebla dice que "Bienvenido a Farewell-Gutmann" tiene una mirada negra, no nihilista

Barcelona.-  El director de cine barcelonés Xavi Puebla reconoce que su última película "Bienvenido a Farewell-Gutmann", una obra inclasificable sobre relaciones laborales, que se estrenará en los cines de toda España el viernes, tiene "una mirada negra y pesimista, pero no nihilista".

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(EFE)

El director de cine barcelonés Xavi Puebla reconoce que su última película "Bienvenido a Farewell-Gutmann", una obra inclasificable sobre relaciones laborales, que se estrenará en los cines de toda España el viernes, tiene "una mirada negra y pesimista, pero no nihilista".

Acompañado por los actores Héctor Colomé, Lluis Soler, Pep Anton Muñoz y Sergio Caballero, Puebla ha presentado hoy en su ciudad natal este filme, que dio a conocer en el último festival de Cine de Málaga, donde la actriz Ana Fernández obtuvo el premio a la mejor actriz y Mikel Salas fue galardonado por la mejor música.

La lucha por suceder al jefe de personal de una empresa farmacéutica, que ha fallecido, es el hilo argumental de la obra, segundo largometraje de este director, que empieza como un drama realista, aunque luego adquiere un tono más abstracto, especialmente gracias a la aparición de Luger, el personaje que interpreta Colomé y que acabará redimiendo a los tres personajes principales: Adela (Ana Fernández), Lázaro (Adolfo Fernández) y Fernando (Lluís Soler).

Con una sobria puesta en escena, sin concesiones al público, con ciertas connotaciones teatrales, toda la acción es interpretada por siete actores, en apenas tres espacios diferentes: unas oficinas, un garaje y unos lavabos.

Aunque por su temática remite a otros filmes de los últimos años como "El método Grönholm" o "Smoking room", Puebla ha indicado que la idea inicial surgió hace diez años cuando quería filmar un cortometraje sobre relaciones laborales, que al final, por falta de presupuesto no llegó a concretar.

Que el cine actual español refleje el ámbito laboral es algo que para este cinéfilo, de 39 años, es "un síntoma positivo y también natural", pero advierte de que su propuesta va más allá, "y así que va avanzando el metraje la idea de que la acción se desarrolla en una empresa queda de lado y el espectador entra en los conflictos interiores de los personajes".

En este sentido, prosigue, "no pretendía hacer una radiografía de la problemática laboral, sino que lo que más me interesaba era el tono del filme, su ambigüedad".

Sabedor de que ha elaborado una película de riesgo -poco comercial- señala que es un producto que no se puede etiquetar y que "no pretende ser de ningún género en concreto".

A la hora de escoger a los actores, todos ellos creíbles a lo largo de los más de cien minutos que dura la cinta, explica Xavi Puebla que tuvo muy en cuenta el conjunto, por los minutos que debían compartir a la vez y también porque "con sus físicos y sus voces debían expresar las emociones".