Isabel Allende dice que su padre es un icono de la ética y la consecuencia

Santiago de Chile.-  Al cumplirse el próximo día 26 cien años de su nacimiento, el presidente chileno Salvador Allende se ha transformado en un "icono de la ética y la consecuencia" y "en un referente político universal", afirma su hija y diputada socialista Isabel Allende.

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Tras confesar que lo echa de menos, Isabel Allende -quien coordina los actos de homenaje- destacó en entrevista con Efe la figura de su padre y el legado político que la "vía pacífica al socialismo" representó para Latinoamérica y el mundo.

"No es casualidad que en casi toda América Latina y en muchísimos países europeos como España, Suiza, Francia, Alemania y Austria se estén organizando actos en su memoria en estos días", subrayó.

Al respecto, la hija del ex presidente destacó que el Parlamento español acordara el pasado 11 de septiembre (aniversario del fallecimiento de su padre) pedirle al Gobierno que se sumara a los actos conmemorativos por el centenario.

"España se ha involucrado totalmente. Para mí es un orgullo", destacó Isabel Allende, quien elogió el apoyo de la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior.

La hija de Salvador Allende -quien murió en La Moneda durante el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que encabezó el dictador Augusto Pinochet (1973-1990)- destacó que en el centenario de su nacimiento la memoria de su padre crece entre los chilenos, especialmente entre los jóvenes.

"Los jóvenes lo admiran por la coherencia, por su dignidad ese 11 de septiembre", dijo en alusión a la decisión del presidente Allende (1970-73) de permanecer en La Moneda hasta el último momento y rechazar el exilio que le ofrecieron como salida personal los militares golpistas.

"La juventud sabe apreciar la consecuencia y la ética y por eso es un icono para ellos", subrayó.

Isabel, que es parlamentaria desde hace quince años, destacó que su padre optó por un socialismo "en democracia, pluralismo y libertad", principios que, a su juicio, están hoy vigentes en la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobierna Chile desde 1990.

"Es lo que aprendimos por los dolores, por la historia, por los errores", explicó la diputada, quien tras el golpe militar se exilió junto con su madre, Hortensia Bussi, en México, de donde regresaron en 1987.

Durante los 17 años de pinochetismo se denostó la figura de su padre y su gobierno, pero ahora Chile le ha hecho justicia al presidente, asegura.

Éste proceso comenzó en 2003, año en que precisamente ella presidía la Cámara de Diputados.

"Los 30 años (desde el golpe militar) marcaron un hito, hoy Chile está lleno de calles y plazas con su nombre", una forma de homenajear a su padre que se inició en muchas ciudades del mundo a partir de 1973.

"Se está reivindicando la figura" de una persona que en lo cotidiano "era vital, gozador de la vida y de su familia".

"Tenía un gran sentido del humor y era un gran sibarita, gozaba de la buena comida, del buen vino, de sus amigos, era un seductor. Era incapaz de preparar una taza de té, pero vivía remodelando la casa permanentemente"", recuerda su hija.

"Aparte de la ausencia física del padre, si hay algo que he echado de menos era estar con un ser tan lleno de energía que nos hacía reír y que estaba permanentemente gastándonos bromas a todos".

Isabel Allende cuenta que su padre era tremendamente cariñoso con sus tres hijas y con su esposa, Hortensia Bussi.

Su aficiones preferidas eran jugar ajedrez y navegar en su pequeño velero para dos personas en el que con buena voluntad, a veces cabían cuatro.

Ahora, cien años después de su nacimiento, los chilenos podrán recordar a Allende a través de una de sus facetas menos conocidas, su pasión por el arte.