Un colectivo critica el retraso en el diagnóstico aunque se basa en una analítica sencilla

Ourense.-  La Asociación de Celíacos de Galicia criticó hoy el retraso del diagnóstico de esta enfermedad, a pesar de que basta con un análisis de sangre que luego debe confirmarse con una biopsia de colon, lo que hace que de los 20.000 gallegos que podrían estar enfermos, sólo 5.000 mil estén diagnosticados, según dijo a Efe la delegada en Ourense, Gloria Bernárdez.

ampliar foto

(EFE)

La Asociación de Celíacos de Galicia criticó hoy el retraso del diagnóstico de esta enfermedad, a pesar de que basta con un análisis de sangre que luego debe confirmarse con una biopsia de colon, lo que hace que de los 20.000 gallegos que podrían estar enfermos, sólo 5.000 mil estén diagnosticados, según dijo a Efe la delegada en Ourense, Gloria Bernárdez.

Bernárdez explicó hoy a los alumnos de la Escuela de Empresarios de Hostelería todo lo relacionado con esta enfermedad genética, entre otras cosas, las dificultades de las personas que la padecen para aplicar el único tratamiento que existe y que es llevar una dieta en la que no exista gluten, que es una proteína que está en la harina de trigo, de cebada, de centeno y otras.

El retraso en el diagnóstico de esta enfermedad con la que se nace, según explicó a Efe, hace que los médicos atribuyan la diarrea crónica, pérdida de peso, anemia e irritabilidad a otras causas como estrés, intestino irritable y otros.

En su caso, lo detectó hace cuatro años y sospecha que su abuela, que murió de cáncer de colon, padeció en realidad una enfermedad celíaca no diagnosticada, "y es una tristeza que eso pueda ocurrir hoy porque al saber de qué se trata, se puede iniciar inmediatamente esta dieta que elimina lo que más daño nos hace que es el gluten", comentó.

Las dificultades asociadas a la enfermedad no se dan sólo en su diagnóstico sino también en todo lo relacionado con la comida, una vez detectada.

Así, un enfermo deberá leer con atención las etiquetas de los productos que compra para rechazar aquellos que tengan espesantes, conservantes "pero sólo se especifican cuando superan una cantidad mínima por lo que no nos damos cuenta y estamos consumiendo cantidades de gluten que se acumulan y nos ocasionan problemas", agregó.

Esos problemas son debidos a la intolerancia genética de las vellosidades del intestino al gluten, proteína imposible de digerir para los enfermos y que si se ingiere en la alimentación -por desconocimiento o por falta de diagnóstico- destruye esa flora intestinal poco a poco.

Los enfermos también deben estar atentos, según Bernárdez, a las cocinas de los restaurantes, "que poco a poco se van dando cuenta de que incorporar entre sus productos, elementos sin gluten, no les supone encarecer el menú sino atender con seguridad a nuestro colectivo", agregó.

En ese sentido, indicó que un celíaco puede consumir carnes, pescados, verduras y frutas, pero no, por ejemplo, patatas que se frieron en una sartén en la que antes de hicieron croquetas, ya que el aceite está contaminado de harina y ésta pasa a las patatas.

Según Bernárdez, también hay dificultades para elaborar una dieta apropiada en casa, si se quiere recurrir a los productos específicos "sin gluten" comercializados ya que son más caros. Como ejemplo, dijo que si un kilogramo de pan normal cuesta 2, 3 o 4 euros, uno de pan sin gluten cuesta 14 euros.

Aludió al desconocimiento de los propios enfermos, pero también al de los médicos y centros sanitarios, y se refirió al caso de un niño celíaco ingresado en un hospital de Ourense al que dieron de comer arroz durante cuatro días de estancia, para evitar el gluten.