El PSOE propone utilizar en Madrid el sistema de gestión de residuos de Japón

Madrid.-  El Partido Socialista de Madrid propone la construcción de cuatro plantas de gasificación térmica, un sistema con el que se deshacen de sus residuos sólidos ciudades como Roma e islas como Japón, y que permite el aprovechamiento energético del gas y del compost que se obtiene, minimizando las emisiones al aire.

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(EFE)

El líder del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, durante un mitin.

La propuesta, presentada hoy por el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, pretende ser un plan alternativo de gestión de residuos para la Comunidad de Madrid, hoy a punto de llegar a su límite, ha dicho, frente al planteado por el gobierno regional que se muestra "ineficaz y despilfarrador".

El proyecto incluye también una campaña de sensibilización de los ciudadanos para hacerles visible el daño medioambiental de una mala gestión de los residuos, a la vez que animarles a producir menos basuras. Para ello, el PSOE utilizará su conocido logotipo del puño y la rosa, esta vez sobre fondo verde y cambiada la rosa por un arbolito, además del lema "Plan de Residuos Productivos. Convirtiendo los residuos en futuro", y el emblema del reciclaje.

Las cuatro plantas, que estarían distribuidas dos en la zona sur, una en el sureste y otra en el norte, costarían cien millones de euros cada una; 400 millones que pagaría la Comunidad, ha explicado Gómez, para luego dejar la gestión a los ayuntamientos.

Para conseguir un equilibrio, ha planteado la creación de un Consorcio Regional de Gestión de Residuos, al estilo del actual Consorcio de Transportes, con el fin de que la región tenga "un solo modelo, en lugar de los 179 que tiene ahora", al haber dejado el Gobierno de Esperanza Aguirre en manos de los municipios esa gestión, ha dicho Gómez.

El tratamiento consiste en secar los residuos, reducirlos a la mitad y quemarlos después en hornos térmicos donde las basuras se convierten en gas -que podría usarse como combustible ecológico para motores o meterlo a la red para su uso industrial-, y abono.

No genera cenizas, minimiza considerablemente las emisiones a la atmósfera y su aprovechamiento energético en una ciudad como Madrid, que genera más de un millón y medio de toneladas de residuos sólidos al año, equivale a la energía que necesita un millón de habitantes, ha destacado Gómez entre los beneficios del sistema, en comparación con la apuesta del Gobierno actual.

Esta, según ha apuntado el diputado regional y portavoz de Medio Ambiente José Quintana, se ha basado en un sistema de reciclaje por plasma, que precisa grandes cantidades de energía para quemar la basura y que contamina mucho, según ha explicado, además de que el coste de la planta es muy superior -163,5 millones de euros la prevista en Alcalá de Henares-.

Este proceso genera problemas medioambientales "serios" y, "de seguir así, explotando únicamente vertederos, no van a caber más basuras en Madrid en unos años. No queremos una situación similar a la que vive Nueva York", donde se tienen que llevar los residuos en tren a mil kilómetros de la ciudad, ha afirmado Gómez.

Hoy, cada tonelada de basura tratada en las plantas regionales cuesta al ciudadano 72,5 euros; con el sistema que proponen los socialistas el gasto es un 25% mayor (91 euros) pero su aprovechamiento lo hace más rentable, ha asegurado.

Gómez también ha acusado a la presidenta de desperdiciar los fondos que recibió de la UE para mejorar la gestión de residuos de la región (72 millones de euros), por no haber hecho las inversiones adecuadas, y la responsabiliza de haber aumentado el porcentaje máximo de residuos orgánicos que debe llegar a vertederos (que en 1995 era del 35%) al 90% de hoy.