La utopía de un Grand Theft Auto español

El último taquillazo no ha sido un estreno de cine, ni un álbum musical, ni un bestseller literario. Según ha anunciado hoy su creadora, Take-Two, el videojuego Grand Theft Auto IV ha batido "todos los records establecidos hasta la fecha en la industria del ocio". Ha sido el producto cultural con un mejor día de lanzamiento (con 3,6 millones de unidades) y también en su primera semana a la venta (con 6 millones de copias). Las cifras, no por menos previstas han dejado de sorprender. En total, 500 millones de dólares recaudados en tan sólo siete días.

El anterior éxito de la industria del videojuego, el Halo 3 de Microsoft, recaudó 170 millones de dólares en Estados Unidos en su primer día. Se quedó con las ganas de batir al estreno más fulminante de Hollywood, la segunda parte de Piratas del Caribe, que recaudó 196 millones. El GTA IV ha conseguido 310 en todo el mundo. "Los resultados alcanzados por Grand Theft Auto IV en su primera semana representan el mayor lanzamiento de la historia en el entretenimiento interactivo, y creemos que estos niveles de venta a consumidores superan cualquier lanzamiento de música o cine hasta la fecha", ha explicado el presidente de Take-Two, Strauss Zelnick.

Mientras en EEUU se preguntan ya si los videojuegos son el nuevo cine y Take-Two se frota las manos pensando en cómo rentabilizar ahora la OPA hostil de Electronic Arts, España apenas está superando décadas de mala fama del sector. El diario Público dedicaba hace unos días la primera portada de la historia de la prensa española a un videojuego, precisamente al GTA, en una iniciativa incomprendida por muchos. Y eso que el consumo de videojuegos es ya superior al del cine en nuestro país, con un crecimiento del 50,4 por ciento. Según Carlos Iglesias (secretario General de la patronal ADESE) somos el cuarto país europeo en consumo (al nivel de Francia, Alemania o Reino Unido) y unos grandes 'jugones' a nivel mundial.

Una industria incipiente

Sin embargo, no existe una industria nacional capaz de alimentar tal demanda, desperdiciándose la oportunidad de "aportar riqueza al país. El desarrollo de un sólo juego genera un empleo muy capacitado para 50 ó 100 personas durante dos años", explica Iglesias. "La industria nacional es incipiente, pocos títulos pasan de nuestras fronteras y además, se trata de una lucha contra el tiempo. Lo que hoy es viable ya no lo es dentro de dos años, porque cada vez se requiere más", añade. En este sentido, GTA ha subido el listón en cuanto a realismo, entornos y libertad de acción, unos niveles que "los usuarios van a exigir a partir de ahora". Cada nuevo gran título aleja un poco más a los pequeños desarrolladores. España está por debajo de los diez primeros países europeos en producción.

Las razones del retraso nacional en el sector son diversas. Entre ellas, según Iglesias, se encuentran el tamaño de las empresas productoras (pequeñas, sin infraestructuras para acometer proyectos ambiciosos), la falta de inversión y de confianza (debida a la falta de inversión y de proyectos anteriores que las avalen), la piratería y falta de apoyo de la Administración, flagrante si se compara con el que reciben en resto de industrias culturales.

Algunos cambios

Los desarrolladores españoles, explica el experto, se dedican a proyectos de corta duración, para PC o móviles, mercados secundarios sin el alcance de los juegos creados para las consolas de nueva generación. Iglesias recuerda sin embargo que hubo un momento en el que España lanzó el éxito del momento, el Commandos de Pyro, aunque hoy estemos lejos de repetir el éxito.

Sin embargo, poco a poco las cosas están cambiando, cuenta Iglesias. "Ya no existe esa sensación de persecución, esa imagen tan negativa que teníamos hasta hace muy pocos años. Hay un mayor conocimiento del sector, y las cifras que se están moviendo acabarán llamando la atención de la Administración". Sobre la violencia de GTA IV, Iglesias recuerda que se trata de un título para adulto, etiquetado para mayores de 18 años por su correspondiente códio PEGI, y que los padres deben supervisar el uso que hacen los menores de los videojuegos. La cuarta entrega de la saga protagonizada por Nico es probablemente, el mejor y más violento juego que se ha realizado hasta la fecha, según todas las críticas.