Uribe defiende la solución consensuada a la crisis de la "parapolítica"

Bogotá.-  El presidente colombiano, Álvaro Uribe, defendió hoy la búsqueda de una solución consensuada a la crisis de la "parapolítica", que el martes tuvo un ruidoso capítulo con la detención del ex senador Mario Uribe Escobar, primo del gobernante.

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El jefe del Estado pidió que se le deje "discutir con toda la gente cómo se va a manejar esta coyuntura", para la que los sectores de oposición han propuesto la convocatoria de una asamblea nacional constituyente, salida que Uribe no comparte.

Los comentarios del presidente llegan en un momento en el que el país no deja de discutir sobre la manera como Uribe Escobar trató el martes de evitar que fuese detenido, por orden de la Fiscalía General, dentro de un proceso por sus presuntos nexos con la ahora disuelta organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Una vez informado de la decisión judicial, el ex legislador buscó refugió en la Embajada de Costa Rica, país al que solicitó que lo acogiera como asilado político, tarea en la que no tuvo éxito.

La sede diplomática, situada en el norte de Bogotá, gestionó la petición a lo largo de una jornada en la que las víctimas de las AUC se manifestaron contra el intento de Uribe Escobar de evitar la justicia en su país, que lo acusa por concierto para delinquir.

"Cómo podrá ser político un concierto para delinquir, cuando son crímenes de lesa humanidad", se preguntó el senador Gustavo Petro, del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), que conforma la bancada opositora al Gobierno junto al Partido Liberal Colombiano (PLA), del que Uribe y su primo son disidentes.

El director del PLC, el ex presidente César Gaviria (1990-1994), también rechazó la pretensión de Uribe Escobar de obtener el asilo con argumentos no válidos.

La actitud del ex senador fue "deplorable", afirmó Gaviria, que comparte con el PDA la necesidad de que esta crisis sea resuelta mediante una asamblea constituyente.

Los opositores consideran que un Legislativo con la tercera parte de sus miembros implicados en el mismo escándalo tenga la legitimidad para asumir y gestionar la reforma política que defienden Uribe y la bancada de gobierno.

Sesenta y cuatro congresistas, 32 de los cuales están detenidos, han sido vinculados por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) con la "parapolítica", que se desató en noviembre de 2006 con la divulgación de un acuerdo de parlamentarios con jefes de las AUC para "refundar la patria" y suscribir un "nuevo pacto social".

El jefe del Estado admitió de nuevo que, para él, es doloroso ver la situación de su primo, con quien tuvo una trayectoria política común que iniciaron en Antioquia, departamento del noroeste del que ambos son oriundos.

Sin embargo, Uribe afirmó en una entrevista con la cadena bogotana Caracol Radio que "el dolor del presidente no le excluye de sus responsabilidades ante la patria".

El ex senador deberá comparecer bajo el cargo de "concierto para delinquir por acuerdos para promover grupos armados al margen de la ley", según la decisión de Ramiro Marín, delegado de la fiscalía ante la CSJ, tribunal que había asumido previamente la causa contra Uribe Escobar.

La CSJ vinculó a este político con la investigación de la "parapolítica" a finales de septiembre pasado, cuando él era senador en ejercicio, condición a la que renunció a comienzos del mes siguiente, para que su caso quedara en manos de la Fiscalía General.

Esta entidad judicial así lo hizo y, en un comunicado divulgado el martes, explicó que "Uribe (Escobar) es investigado por una reunión que sostuvo con el ex cabecilla paramilitar Salvatore Mancuso antes de las elecciones del 10 de marzo de 2002 y con Jairo Castillo Peralta, alias Pitirri, en noviembre de 1998"

Mancuso ejerció como jefe máximo de las AUC, que se disolvieron hace casi dos años con el desarme de más de 31.000 paramilitares, en virtud de un proceso de paz del Gobierno de Uribe.