El Ayuntamiento de Barcelona obligará a cerrar 533 apartamentos turísticos de Ciutat Vella

Barcelona.-  El Ayuntamiento de Barcelona obligará al cierre de 533 pisos turísticos que desarrollan esta actividad de forma ilegal en Ciutat Vella, que podrán ser sancionados con hasta 30.000 euros, además del precinto de los inmuebles, a la vez que informará de estos negocios irregulares a la Agencia Tributaria.

Estos apartamentos, que a pesar de estar censados en el registro de la Generalitat de pisos turísticos no están recogidos en el plan de usos de Ciutat Vella, aprobado en 2005, deberán cesar su actividad antes del verano, a riesgo para sus propietarios de tener que hacer frente a estas sanciones o de ser denunciados ante hacienda por tratarse de negocios de economía sumergida.

Esta es la consecuencia más inmediata de la regulación municipal para controlar la proliferación del uso turístico de apartamentos, actividad que ha generado numerosas quejas por parte de las comunidades de vecinos en donde se encuentran estos negocios, y que ha llevado también a la Generalitat a regular esta materia en la Ley del derecho a la Vivienda, que está a la espera del correspondiente decreto, y que posibilita la intervención de los ayuntamientos.

La normativa municipal regulará la concesión de nuevos permisos en todos los distritos, menos en Ciutat Vella, donde hay 669 apartamentos turísticos legales y se ha establecido una moratoria de dos años de concesión de nuevas licencias.

Las nuevas normas establecerán las multas de hasta 15.000 euros para aquellos apartamentos que aún siendo "legales" provoquen molestias graves.

Para hacer cumplir la nueva normativa, que hoy ha sido presentada por el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el consistorio aumentará las inspecciones y el control por parte de la Guardia Urbana, que podrá llevar a la Fiscalía los casos de apartamentos que no cumplan la normativa municipal.

Además de los existentes en Ciutat Vella, en el resto de Barcelona hay unos 1.300 pisos turísticos que se encuentran censados en el registro de la Generalitat: 658 en el Eixample; 193 en Sant Martí; 126 en Gracia; 114, en Sants-Montjuic; 101 en Horta; 83 en Sarriá-Sant Gervasi; 61 en Les Corts; 10 en Sant Andreu y 1 en Nou Barris.

Estos establecimientos podrán seguir con su actividad de forma automática, mientras que los que quieran iniciarla deberán contar, además, con una cédula de habitabilidad en la que se determine la capacidad máxima de ocupación del piso, así como comunicárselo a la comunidad de vecinos, con los datos de la empresa explotadora.

El alcalde ha defendido la nueva regulación como un "instrumento adecuado y eficaz" que persigue compatibilizar esta actividad turística, "con la convivencia y el respeto por las normas, una reivindicación de los vecinos, sobre todo de los distritos del centro de la ciudad" y que evita con "unas reglas de juego" la "hiperespecialización" de determinados barrios en el sector turístico "y que el mercado haga lo que quiera".

El primer teniente de alcalde, Carles Martí, ha reconocido que aunque el ayuntamiento logró con el plan de usos reducir el número de apartamentos en Ciutat Vella, que llegó a ser de más de 2.000, hubo muchos propietarios que mantuvieron la actividad, a pesar de que los pisos no tenían las condiciones adecuadas, y muchos provocaban continuas molestias a los vecinos.

Precisamente, la concejal delegada de este distrito, Itziar González, ha destacado que esta normativa ha salido adelante tras una negociación con las asociaciones de vecinos, los grupos municipales y la entidad que agrupa a los propietarios del sector Apartur.