La OEA está convencida de que Colombia y Ecuador están dispuestos a normalizar sus lazos

Bogotá.-  La misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) finalizó hoy en Bogotá sus tareas en búsqueda de una solución a la ruptura de las relaciones entre Colombia y Ecuador, con el convencimiento de que ambos Gobiernos están en disposición de restablecer de manera progresiva sus lazos.

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(EFE)

El ministro colombiano de Relaciones Exteriores, Fernando Araújo (der.) asiste este miércoles a una reunión con Ana M. Pérez (izq.), Bautista Logioco (2 izq.), Victor Rico (3 izq.) y Dante Negro (c), integrantes de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).

"Nos vamos satisfechos", afirmó el jefe de la delegación, el boliviano Víctor Rico, al cerrar en la Cancillería colombiana su gira de cuatro días por los dos países, que emprendió el pasado día 7 de abril por la capital ecuatoriana.

El diplomático sostuvo en un encuentro con la prensa que la suya fue "una misión importante, pero al mismo tiempo delicada" que lo obliga a manejar "todo tipo de respuestas, consideraciones y propuestas" de manera directa con los Gobiernos concernidos.

Sin embargo, dijo que regresará a Washington "con la convicción de la disposición clara, tanto de Colombia como del Ecuador, para avanzar de manera progresiva en la normalización de las relaciones entre ambos países".

"Con esta convicción voy a empezar mi informe al secretario general (de la OEA, el chileno José Miguel Insulza) el día de mañana", añadió Rico al aludir al objetivo de su tarea.

La OEA anticipó que el reporte de la misión le servirá a Insulza para concretar "propuestas que aceleren la implementación de mecanismos que abran camino a la superación del conflicto que llevó a la ruptura de relaciones a Ecuador y Colombia".

Rico no hizo mención en ningún momento al motivo de la ruptura con Colombia que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, formalizó el pasado 3 de marzo, tres días después de la operación militar del primer país contra un campamento de la guerrilla de las FARC en territorio del segundo.

En la incursión murieron el segundo al mando y portavoz internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), "Raúl Reyes" y 25 personas más.

Tras el incidente, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, siguió a su homologo ecuatoriano y rompió con Colombia en solidaridad con Ecuador, mientras que el gobernante venezolano,Hugo Chávez, cerró la embajada de su país en Bogotá y expulsó al personal diplomático colombiano en Caracas.

La crisis fue superada de manera parcial el pasado 7 de marzo en Santo Domingo, que acogió una Cumbre del Grupo de Río en la que Correa, Chávez, Ortega y el presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien previamente había asumido toda la responsabilidad por la acción militar en las selvas del norte de Ecuador, zanjaron el conflicto.

Allí, Ortega y Chávez normalizaron sus nexos con Colombia, mientras que Correa prometió hacerlo de manera gradual, aunque desde entonces no ha dado ningún paso en esta dirección.

El caso fue asumido por una reunión de ministros americanos de Relaciones Exteriores celebrada el 17 de marzo último en al OEA, que pidió a Insulza el envío a Quito y Bogotá de la misión liderada por Rico, que es jefe de la Dirección de Sustentabilidad Democrática de la Secretaría de Asuntos Políticos del organismo multilateral.

Varios funcionarios de esa dependencia y otros de la de Asuntos Jurídicos completaron la delegación, que abrió sus tareas el pasado 7 de abril en Quito, donde permaneció dos días.

Allí se entrevistaron con los ministros de Exteriores de Ecuador, María Isabel Salvador; de Seguridad, Gustavo Larrea, y del entonces ministro de Defensa, Wellington Sandoval, entre otros cargos.

"Las reuniones en Quito fueron muy positivas", dijo en Bogotá el líder de la misión, que valoró de la misma manera las mantenidas desde el miércoles en la capital colombiana, donde tuvo como interlocutores a los titulares de Exteriores, Fernando Araújo; de Defensa, Juan Manuel Santos, y del Interior y Justicia, Carlos Holguín, además de altos mandos de los organismos de seguridad y el fiscal general, Mario Iguarán.