Más de la mitad de las agresiones a enfermeros se cometen en urgencias

Santander.-  Los servicios de urgencias registraron más de la mitad de las agresiones a profesionales de la enfermería que se produjeron en 2007 en Cantabria, donde, también el año pasado, doce pacientes o sus familiares fueron condenados por los tribunales por este tipo de violencia.

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(EFE)

Los servicios de urgencias registraron más de la mitad de las agresiones a profesionales de la enfermería que se produjeron en 2007 en Cantabria, donde, también el año pasado, doce pacientes o sus familiares fueron condenados por los tribunales por este tipo de violencia.

Este problema está siendo analizado en unas jornadas que se celebran hoy y mañana en Santander y que han sido inauguradas por el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, quien se ha comprometido a poner "corrección inmediata" a los casos de violencia en el ámbito sanitario.

Durante el encuentro se ha presentado un estudio del Consejo General de la Enfermería, que ya ha sido hecho público en distintas comunidades autónomas, en el que se señala que un 33 por ciento de los enfermeros españoles habían sido víctimas de alguna agresión en los últimos doce meses.

De ellos, un 3,7 por ciento había sufrido un ataque físico y el resto, amenazas u otro tipo de ataque verbal.

Al igual que en el resto de España, los servicios de urgencias son el escenario de la mayor parte de las agresiones en Cantabria, según los datos de 2007, aunque en el caso de la región les siguen los de atención especializada, con un 33 por ciento, mientras que en el conjunto de las comunidades la segunda en la estadística es atención primaria.

El Colegio de Enfermería de Cantabria ha creado este año un registro de agresiones similar al que ya existe en otras regiones españolas, donde los profesionales que no quieren recurrir a los tribunales pueden dejar constancia de sus denuncias.

En los tres meses que han pasado desde su puesta en marcha se han recogido cinco casos de agresiones a enfermeros, ha apuntado, en rueda de prensa, la presidenta del Colegio, Asunción González Salas, quien considera que estos profesionales son el "parachoques" del sistema sanitario porque están en primera línea y son los que sufren las consecuencias de una sociedad con una actitud cada vez más agresiva.

Para el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, la relación entre el paciente y los médicos y enfermeros ha sido siempre excelente y es en los últimos años cuando se está deteriorando.

La violencia en el ámbito sanitario es, a su juicio, un fenómeno emergente que está relacionado con la pérdida de valores y ha pasado de ser anecdótica para convertirse en algo "frecuente, grave y preocupante".

Esa violencia se produce además, ha apuntado, en un sistema sanitario con un nivel de calidad muy alto pero que no cuenta con los suficientes recursos para hacer frente a una población, que además de crecer, es cada vez más exigente.

Así, el estudio refleja que la causa del 41 por ciento de las agresiones es la frustración que produce en el paciente el no ver satisfechas sus expectativas, en el 27 están relacionadas con desacuerdos en el diagnóstico y en el 12 son consecuencia de que el sanitario no ha aceptado sus demandas.

El presidente del Consejo General de Enfermería ha hecho hincapié en la necesidad de adoptar medidas para atajar este problema, que sólo se denuncia entre el 4 y el 5 por ciento de los casos.

Según González Jurado, una de las medidas que ha demostrado su eficacia es la calificación de las agresiones a estos profesionales como delito y no como falta, algo que el Colegio de Cantabria ya planteó el año pasado a la Fiscalía.

También algunas comunidades, como la de Madrid, han aprobado una orden donde se recogen las directrices para elaborar planes de actuación y prevención contra este tipo de violencia.