Puno, la región aimara de Perú, amenaza con independizarse

Lima.-  Gobernada por los opositores nacionalistas, la región peruana de Puno, en el sur andino, ha amenazado con independizarse, una opción calificada de sediciosa por el Ejecutivo central, que estudia inhabilitar a su presidente regional.

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(EFE)

La alerta separatista se disparó el lunes cuando el presidente de Puno, Hernán Fuentes, explicó ante el Congreso que su región está en proceso de separarse del país. En la imagen, pobladores indígenas en una votación del referéndum para decidir la integración de 16 departamentos de Perú en cinco regiones.

La alerta separatista se disparó el lunes cuando el presidente de Puno, Hernán Fuentes, explicó ante una comisión del Congreso, en Lima, que su región está en proceso de separarse del país.

Fuentes, miembro del Partido Nacionalista Peruano (PNP), liderado por el ex comandante Ollanta Humala, es uno de los más feroces opositores al Gobierno central y autor de polémicas ordenanzas, como autorizar el libre cultivo de la hoja de coca.

No oculta, además, sus simpatías políticas con el régimen del presidente venezolano, Hugo Chávez, y es uno de los principales promotores de las llamadas Casas del Alba, que toman su nombre de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y que han sido censuradas por el Gobierno de Alan García.

Puno, tierra de aimaras y a unos 1.200 kilómetros al sureste de Lima, ha sido cuna de grandes culturas y de un original folclore, a pesar de su pobreza y lejanía geográfica de la capital.

A ello contribuye su ubicación en el altiplano andino, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar y a orillas del inmenso lago Titicaca, por lo que tiene fuertes vínculos históricos y étnicos con la fronteriza Bolivia.

En abril de 2004 fue centro de atención internacional y motivo de intensos debates y polémicas, cuando los pobladores de una de sus principales ciudades, Ilave, asesinaron a golpes a su alcalde, al que acusaban de corrupción.

Aunque Fuentes rechaza cualquier intento beligerante en su propuesta y asegura que "no es un delito plantear una alternativa", su posición generó el inmediato rechazo del Gobierno central, que la calificaron de "sediciosa y separatista".

El primer ministro, Jorge del Castillo, a la sazón de antepasados puneños, dijo no comprender su posición al remarcar que el presidente regional "tiene una dependencia ideológica del extranjero que es muy lamentable", en alusión a su afinidad política con Hugo Chávez.

"Eso es una cosa sediciosa contra la unidad del Estado peruano. El Perú es un estado unitario, así lo señala su tradición republicana y su muy constante tradición constitucional", matizó.

Por su lado, la ministra peruana de Justicia, Rosario Fernández, advirtió hoy de que "el Estado peruano tiene todo el derecho de defender su estructura de derecho, su institucionalidad y la estabilidad que eso significa".

"De tal manera, que todo aquel que tenga la peregrina idea de revertir ese orden tiene, evidentemente, que enfrentar toda la fuerza y peso de la ley", en una clara alusión a las consecuencias a las que se enfrenta el controvertido líder regional de Puno.

Para el presidente del Congreso, Luis Gonzales Posada, Fuentes ha manifestado con su propuesta una "absoluta ignorancia" de la Constitución y las leyes nacionales.

En un intento de tomar medidas urgentes, Gonzales Posada, legislador del oficialista Partido Aprista, anunció hoy que buscará consenso para aprobar una ley que regule las relaciones del Gobierno central con los regionales, según la agencia oficial Andina.

"Nadie puede intervenir en un poder del Estado (...), hay que ordenarnos, y solamente ordenándonos combatiremos el separatismo, la anarquía, el desorden, la subversión, todo aquello que esté contra la Constitución y las leyes", expresó el titular del Legislativo.