Están más guapos calladitos

Las últimas elecciones generales en España han puesto de manifiesto la enorme importancia del 'marketing' en la política. Desde la exhaustiva preparación de los 'cara a cara' entre Zapatero y Rajoy hasta el control pleno sobre la retransmisión de los mitines para que no salga en el telediario un bostezo inoportuno de algún asistente. Lo mismo ocurre en las primarias norteamericanas, donde no se deja escapar nada a la improvisación. Asesores de imagen, jefes de comunicación, directores de campaña... todos afanados para que el jefe no meta la pata y se venda el producto (el político) de la mejor manera. Pero siempre algo puede fallar. Y ese algo puede ser algún familiar, amigo o conocido.

EFE

Marta Ferrusola

En la última semana hemos sabido de tres casos de políticos metidos en apuros no por sus actos o sus palabras, sino por el traspié de algún familiar cercano, un compañero de campaña o, incluso, por el hombre que le casó y bautizó a sus hijos. Ellos y su legión de asistentes han tratado de salir del paso y más de uno habrá soltado aquello de "calladito estás más guapo..."

La última en sumarse a las salidas de tiesto ha sido la mujer de Jordi Pujol, Marta Ferrusola, quien ha afirmado en una entrevista que le molesta mucho que el actual president de la Generalitat sea "un andaluz que tiene el nombre en castellano" y que, además, no habla bien el catalán. Su marido ha marcado distancias con esta opinión y, a través de un comunicado, ha dicho que el ejemplo de Montilla "habla muy positivamente de Cataluña" y del propio president. No es la primera vez que Ferrusola pone en apuros a su esposo. En febrero 2001 arremetió contra los inmigrantes, a los que acusó de querer "imponer" sus costumbres, solo saber "pedir comida" y tener muchos hijos.

Clinton y Obama, una semana en apuros

Esta semana no comenzó muy bien para la senadora Hillary Clinton. A las derrotas en las primarias de Wyoming y Misisipi se sumó la controvertida declaración de Geraldine Ferraro, miembro honorífico de su equipo de campaña y única demócrata que ha sido candidata a la vicepresidencia de EEUU. Ferraro afirmó en una entrevista en el Daily Breeze que "si Obama fuera un hombre blanco, no estaría con este liderazgo". Días después se ratificó en sus palabras y acabó presentado su renuncia. El equipo de la senadora de Nueva York temió que se abriera una campaña de acusaciones de racismo.

Luego le llegó el turno al propio Barack Obama. Varias cadenas de televisión han hecho público los comentarios lanzados por su asesor espiritual, el reverendo Jeremiah Wright, quien acusó a EEUU de alentar el 11-S y perseguir a los afroamericanos. "Bombardeamos Hiroshima, Nagasaki y bombardeamos con armas nucleares a muchas más personas que los miles (que murieron) en Nueva York y el Pentágono y nunca nos hemos ni inmutado", aseguró Wright el mismo domingo siguiente a los atentados. "Hemos respaldado el terrorismo de estado contra los palestinos y los negros de Sudáfrica y ahora estamos indignados porque lo que hemos hecho se vuelve contra nosotros aquí", añadió el pastor. El senador por Illinois se ha apresurado a denunciar "cualquier comentario que menosprecie a nuestro gran país o sirva para separarnos de nuestros aliados" y aclaró que no había estado presente en ninguno de los sermones polémicos.