Secretario de la OEA llegará a la zona devastada por el bombardeo contra las FARC

Nueva Loja (Ecuador).-  El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, visitará mañana la zona ecuatoriana de Angostura, en la selva amazónica, devastada por el bombardeo del Ejército colombiano el pasado 1 de marzo contra una base clandestina de las FARC en territorio de Ecuador.

El chileno Insulza encabeza una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) delegada por el organismo para investigar el suceso y la queja de Ecuador por la violación de su soberanía, espacio aéreo y territorio por parte de las Fuerzas Militares de Colombia.

El ataque colombiano generó una crisis diplomática entre Bogotá y Quito, que se zanjó tras un acuerdo entre las dos partes, concretado el pasado viernes durante la cumbre presidencial del Grupo de Río en República Dominicana.

El sitio del bombardeo se encuentra en la zona de Angostura, en el noreste de la provincia amazónica de Sucumbíos, fronteriza con el departamento colombiano de Putumayo.

En el ataque al campamento de las FARC murieron un militar colombiano y 25 personas, entre ellas el portavoz internacional de ese grupo guerrillero, "Raúl Reyes", cuyo cuerpo, y el de otros dos subversivos más, fueron llevados a su país por tropas colombianas, según la versión militar ecuatoriana.

Sin embargo, Colombia sólo ha admitido que se llevaron el cuerpo de Reyes y el de otra persona que no lograron identificar.

En total, según una fuente militar ecuatoriana, han sido rescatados del sitio 23 cadáveres de guerrilleros, aunque las fuerzas militares ecuatorianas presumen que en el campamento pudo haber varias decenas más de personas, que habrían escapado.

Esta conjetura ha surgido de las pistas encontradas en el lugar del bombardeo y sitios aledaños, donde se han encontrado puestos de abastecimiento de comida.

Los militares ecuatorianos advierten que en el lugar la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) habría dejado caer unas diez bombas de 500 libras (227 kilos) cada una, seis de ellas disparadas en la dirección sur-norte y las otras cuatro en sentido contrario.

La fuerza expansiva de cada una de las bombas puede abarcar un radio de 750 metros a la redonda.

Las seis bombas lanzadas desde el sur, según la fuente, tuvieron que ser lanzadas por los aviones colombianos desde una posición adentrada de territorio ecuatoriano, para lo cual debieron introducirse unos 10 kilómetros en el espacio aéreo de Ecuador.

Hay pruebas, según la fuente, de que tropas colombianas helitransportadas llegaron luego y remataron la misión, pero dejaron a tres mujeres heridas, una mexicana y dos colombianas, que fueron atendidas y se recuperan en el Hospital Militar de Quito.

Aparentemente antes del ataque se había hecho una fiesta y en el momento del hecho estaban durmiendo, excepto dos o tres que hacían la guardia del campamento.

La denominada "zona cero" del bombardeo se encuentra a unos dos kilómetros del fronterizo río Putumayo, donde se ubica también la casa de una hacienda, desde donde se cree que los insurgentes iniciaron la construcción del campamento clandestino meses antes.

La hacienda, explicó la fuente militar, pertenecía a una familia colombiana que ha sido deportada a su país por sus presuntos vínculos con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Desde allí, los militares ecuatorianos han encontrado unas "picas" o trochas que conducían al campamento, en cuya parte sur se encontraba una caseta rústica que, se presume, era la que usaba Reyes, porque allí se encontró un teléfono satélite, una antena de televisión por cable y documentos del jefe guerrillero.

El campamento también incluía una zona de descanso con camas, un comedor, una cocina cercana a un pequeño arroyo, una bodega de alimentos, corrales para cerdos y, en la parte norte, un puesto de vigilancia instalado en un gran árbol.