Los presidentes de Brasil y Portugal reafirman los lazos entre los dos países

Río de Janeiro.-  Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Portugal, Anibal Cavaco Silva, ratificaron hoy los "profundos" lazos histórico que unen sus dos países y la importancia de una asociación estratégica mirando hacia el futuro.

ampliar foto

(EFE)

Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Portugal, Anibal Cavaco Silva, sonríen, acompañados por sus esposas Mariza Leticia (i) y María Cavaco Silva (d), a la entrada del Gabinete Real Portugués en Río de Janeiro.

Cavaco cumple hoy el segundo día de una visita a la ciudad de Río de Janeiro centrada en las celebraciones de los 200 años de la llegada de la Corte Portuguesa.

El 8 de marzo de 1808 desembarcó en las playas de Río de Janeiro el entonces príncipe regente de Portugal Don Joao de Bragança (más tarde Rey Joao VI), acompañado de una corte de más de 15.000 hidalgos que huían de las huestes napoleónicas.

La familia real, entre la que se encontraba la Reina Doña María I "La Loca", vino encabezando una escuadra de lo que restaba de la Marina Portuguesa, una treintena de barcos, además de una escolta de dos fragatas británicas.

Hoy el acto central para celebrar esta historia fue encabezado por Cavaco y Lula en el centro de Río de Janeiro, en la sede del Real Gabinete Portugués de Lectura, creado en 1837, apenas 15 años después de la independencia de Brasil, y hoy "la mayor biblioteca de autores portugueses fuera de Portugal".

En su discurso de orden Cavaco destacó que Brasil y Portugal "tienen una memoria común y un camino a recorrer".

La transferencia de la Corte Portuguesa, destacó, fue "el gesto inédito en la historia de un rey que no vino de pasaje, sino que llegó con la firme intención de instalar la capital de un imperio que se extendía por varios continentes".

Además de destacar el valor simbólico de destacar la llegada de la Corte, se trata de tejer "una visión para el futuro", destacó el presidente.

Según historiadores, la permanencia durante 13 años en Río de Janeiro de la Corte del Imperio de Portugal, Brasil y Algaerve fue determinante para evitar que el vasto territorio brasileño corriera la misma suerte de las colonias españolas, que se terminaron fragmentando en repúblicas independientes.

"Todos conocemos los lazos que nos unen, las amistades fraternas entre Brasil y Portugal. Pero sabemos también los riesgos que se corren cuando no traducimos las palabras en relaciones concretas", dijo Cavaco.

En momentos en que el tema de las migraciones domina la agenda de las relaciones entre Europa y Latinoamérica, Cavaco destacó que Joao VI y su familia estuvieron entre los primeros portugueses que llegaron para quedarse y fueron acogidos generosamente por Brasil.

Si hubo momentos en que la diáspora portuguesa acogió a Brasil como destino, ahora son muchos los brasileños que buscan Portugal, destacó.

"Hago votos para que ellos sean tan bien acogidos en Portugal como lo fueron los portugueses en Brasil", dijo.

Destacó que Brasil es también hoy uno de los principales destinos de inversiones para empresarios portugueses de ayer y de hoy, así como principal atractivo turístico en el exterior.

"Celebramos un episodio determinante para la evolución histórica de nuestros dos países. Ha llegado el tiempo de transformar un pasado común en un futuro construido a dos", recalcó.

En su intervención Lula destacó que 1808 abrió el camino para la independencia de Brasil y para la profunda amistad entre la ex colonia y su ex metrópoli.

Durante la sesión solemne el director del Real Gabinete, Antonio Gomes da Costa, otorgó a Lula la condecoración "Laurel de Gratitud", que ya le había sido concedida a Cavaco Silva, en 1993, cuando éste era primer ministro de Portugal.