Una alta participación en Baleares beneficiaría a la derecha, según un informe

Madrid.-  Una alta participación en Baleares en las elecciones generales de próximo domingo beneficiaría a la derecha y bajaría los votos de la izquierda, según un informe de la Fundación Alternativas presentado hoy en el que se analizan las consecuencias de la participación en el voto de centro y de izquierda.

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(EFE)

Una alta participación en Baleares en las elecciones generales de próximo domingo beneficiaría a la derecha y bajaría los votos de la izquierda, según un informe de la Fundación Alternativas presentado hoy en el que se analizan las consecuencias de la participación en el voto de centro y de izquierda.

Sus autores han establecido una correlación directa entre altas participaciones y resultados más favorables para los partidos de centro-izquierda e izquierda en 41 de las 50 provincias españolas, y han apreciado que en 29 de ellas, además, la derecha baja cuanta más gente acude a votar.

Además, en 11 de las 16 circunscripciones más competidas, en las que un pequeño porcentaje de votos puede decantar un escaño para un partido u otro, se cumple la máxima de que la alta participación favorece a la izquierda y al centro-izquierda.

Son los casos, según el estudio, de Alicante, Asturias, Barcelona, Castellón, Ciudad Real, León, Lleida, Madrid, Valladolid y Vizcaya; en contraposición a Cádiz, Málaga y Sevilla, donde beneficiaría a la derecha y al centro-derecha, y a Teruel y Baleares, donde, además, bajaría la izquierda.

La implantación del voto obligatorio en el sistema electoral con el fin de rebajar el abstencionismo es una de las propuestas planteadas en el informe hecho público hoy.

En el estudio "Las causas de la participación y sus consecuencias en el voto de centro y de izquierda en España", los expertos en Ciencias Políticas Sebastián Lavezzolo y Pedro Riera concluyen que aunque los niveles de afluencia a las urnas son "aceptables", pueden mejorarse adoptando ciertas medidas.

Entre ellas, proponen la introducción del voto obligatorio, aplicado fundamentalmente en Iberoamérica y en países como Bélgica, Grecia, Italia y Australia, y que, en su opinión, puede aceptarse como un "impuesto" a la democracia que beneficiaría a todos los ciudadanos.

Tras explicar que las sanciones que se aplican en la mayoría de esos países a quienes incumplen con esta obligación son "mínimas" e "inaplicables", han argumentado que hacer "gravoso" el 'quedarse en casa' fomentaría directamente la participación electoral.

En cualquier caso, han señalado que siempre debería respetarse la objeción de conciencia y el derecho a las libertades políticas, que garantiza la Constitución.

En este punto, el vicepresidente de la Fundación Alternativas, Nicolás Sartorius, ha terciado para incidir en que no ve la necesidad de implantar la obligatoriedad del voto, válida como un "ejercicio académico", pero que no cabe en la Carta Magna, que requeriría una reforma "inviable".

Otras de las propuestas de los autores se refieren a hacer las circunscripciones más competitivas, facilitar a personas con dificultades emitir su sufragio, hacer que el voto por correo no se convierta en un "via crucis", establecer como preceptiva la celebración de debates electorales entre todos los grupos parlamentarios y reforzar los contenidos de "Educación para la ciudadanía" sobre el sistema político español.