Los periodistas del New York Times se defienden ante las críticas de sus lectores

El artículo publicado por The New York Times (NYT) sobre un posible trato de favor a empresas por parte del principal aspirante republicano a las elecciones presidenciales, John McCain, ha desatado una tormenta de opiniones. El propio periódico ha asistido atónito a cómo la noticia recibía en su edición electrónica cerca de 2.400 comentarios de sus lectores, la mayoría de ellos negativos y refiriéndose a un pasaje concreto del artículo: la insinuación de que McCain mantuvo una relación "sentimental" con Vicki Iseman, la gestora de un 'lobby' (o grupo de presión).

(REUTERS)

Cindy y John

Ante esta situación, los periodistas que escribieron la noticia se han visto obligados a tomar cartas en el asunto y han decidido responder a las cerca de 4.000 preguntas enviadas a través de correos electrónicos por los lectores. El debate no se ha detenido en aspectos puntuales y concretos del polémico artículo, sino que ha evolucionado hasta convertirse en reflexiones acerca del quehacer periodístico. Estos son algunos de los pasajes más interesantes del particular diálogo que han mantenido los periodistas con sus lectores:

Sobre las intenciones de los periodistas

Lectores: "Debo decir que el artículo sobre McCain me produjo vergüenza. Dio la impresión de que los redactores tenían un interés egoísta en el asunto. ¿Estáis sorprendidos por el furor que ha causado vuestro artículo?"

NYT: "Es sorprendente el volumen de la reacción. (...) Y también sorprende que hayan sido pocos los que supieron ver el aspecto central de la historia". Tal y como reconoce el redactor del diario neoyorquino que responde a esta cuestión, McCain vio empañado su nombre en los años ochenta al haber beneficiado gracias a su cargo a un banquero con el que mantenía amistad.

Desde entonces, el senador se erigió en defensor del honor y de la transparencia en el gobierno. Por esta razón, los periodistas creyeron oportuno publicar la información que contradecía la imagen que el candidato pretendía vender ante los ciudadanos. "Nos pareció (y aún nos parece) que era algo que nuestros lectores querrían saber sobre una persona que aspira a ser presidente".

(REUTERS)

Vicki Iseman

Sobre el uso de las fuentes periodísticas

Lectores: El artículo se vertebra en sus párrafos más relevantes con las declaraciones de fuentes anónimas, cuya identidad permanece en secreto. ¿No supone esto una violación en el buen uso de las fuentes periodísticas?

NYT: Las directrices del periódico en el manejo de fuentes se respetaron en todo momento y los responsables del medio tuvieron conocimiento de la identidad de las fuentes. Éstas insistieron en mantener el anonimato por diversas razones, como el miedo a un castigo, el compartir información útil para la sociedad, o por razones menos altruistas.

Las directrices de NYT también exigen que, cuando el nombre de las fuentes permanece oculto, los periodistas deben revelar todo lo que puedan sobre su procedencia y sus motivaciones. Los responsables del artículo dieron cumplimiento a este precepto al afirmar que las fuentes "estaban desilusionadas con el senador". Además, los periodistas insisten en que los detalles que aportaron las fuentes se verificaron de forma conveniente. "Sin el derecho de proteger sus fuentes los periódicos no podrían abordar actividades importantes del Gobierno, y la información política sería como una actividad teledirigida".

Sobre el apoyo previo a McCain

Lectores: ¿Por qué NYT tomó partido por McCain al mismo tiempo que llevaba a cabo una investigación sobre las contradicciones y los presumibles tratos de favor realizados por el senador por Arizona?

NYT: La "respuesta breve" es que la sección de noticias del diario y las páginas editoriales funcionan de forma independiente. El periodista que responde a esta cuestión, además, se encarga de matizar que gran parte de la redacción preferiría que el diario se abstuviera de demostrar su preferencia por alguno de los candidatos, puesto que este hecho obliga a los redactores a tener que explicar continuamente que la cobertura informativa que desarrollan no está influida por las opiniones de la sección editorial del medio.

Sobre el derecho a la privacidad

Lectores: "¿Tuvieron en cuenta el daño que podrían causar a la mujer que mantuvo el presunto "romance" con McCain al incluir su nombre y su fotografía? ¿Y a la familia de McCain?"

NYT: Los redactores del diario aseguran que siempre discuten sobre las consecuencias humanas de sus historias, particularmente en temas delicados como éste. Para ellos, todos los personajes públicos tienen derecho a mantener una zona de privacidad, aunque esa zona no es precisa y variará según las circunstancias.

Cabe preguntarse: ¿la información posee valor para el público? O, en este caso concreto, ¿es útil para los votantes el carácter o la actuación de las personas que, después de todo, trabajan para ellos? Para el periodista, la respuesta es afirmativa. El hecho de haber mantenido el nombre de la mujer en secreto hubiera sido, según él, algo "ridículo", ya que se trata de una persona cuya identidad es bien conocida en el mundo político de Washington, por lo que se hubiera desvelado la identidad muy pronto.

Sobre la vaguedad del término "sentimental"

Lectores: Muchos quieren saber la razón por la que el artículo se refiere a la relación entre McCain y la gestora del 'lobby' como "sentimental", sin entrar en más detalles. Otros se preguntan si era necesario hacer referencia a las estrechas relaciones personales entre las dos personas si lo que querían denunciar era el presunto trato de favor que había dispensado McCain a determinadas personas.

NYT: Uno de los periodistas que realizaron la investigación afirma que en su noticia trataron de hacer una recopilación de todas aquellos motivos que llevaron a los consejeros de McCain a enfrentarse con éste y recomendarle que se alejara de Vicki Iseman. Uno de ellos es que Iseman pertenecía a un grupo de presión con intereses en el comité de comercio del Senado, donde McCain era presidente. Otro es que los consejeros llegaron a pensar en que la relación entre ambos se había transformado en una relación "sentimental".

Así, los periodistas creyeron que era importante para los lectores conocer qué preocupaciones afectaban realmente a los consejeros hasta el punto de llevarles a un enfrentamiento con su jefe. "Nosotros creemos que la historia hizo esto de forma justa y apropiada, dando a los lectores tanta información como fue posible", afirman los periodistas.

¿Estás de acuerdo con la autodefensa que hacen los periodistas? ¿O crees que no era pertinente destapar los rumores sobre un presunto romance extramatrimonial del candidato republicano? A sabiendas de la enorme factura que puede tener en términos electorales esta información, ¿crees que la noticia tiene intereses ocultos para desestabilizar la candidatura del senador por Arizona?