Los países americanos intentan salvar de la extinción a las lenguas nativas

Bogotá.-  Las políticas para incentivar el uso de lenguas maternas y evitar así su extinción empiezan a tomar fuerza en los países de América, uno de los continentes con mayor riqueza lingüística, aunque de muchos idiomas nativos no queda más que un puñado de hablantes.

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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que mañana lanzará el Año Internacional de los Idiomas, en coincidencia con el Día de la Lengua Materna, cada quince días se extingue uno en el mundo.

Para celebrar la fecha, la UNESCO hará un seminario en París para analizar las políticas lingüísticas supranacionales y las de países como Paraguay, uno de los pioneros en la promoción de una lengua nativa al reconocer al guaraní como idioma oficial, junto al español, en la Constitución de 1992.

Alrededor del 90% de los casi seis millones de paraguayos habla guaraní, cuya enseñanza es obligatoria en el nivel básico y medio.

Ese esfuerzo ha sido reconocido por la UNESCO, que publicó la información sobre las celebraciones de mañana en sus seis lenguas oficiales (inglés, francés, español, ruso, chino y árabe), así como en guaraní y wolof, lengua del pueblo del mismo nombre hablada por el 80% de habitantes de Senegal.

El guaraní, junto con el español y el portugués, es también lengua oficial del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

Sin embargo, esta lengua enfrenta la amenaza del uso creciente del "jopará", mezcla de guaraní y español en la que incluso se editan los dos tabloides paraguayos.

Bolivia, que tiene como oficiales el español, aimara y quechua, incluirá en el proyecto de Constitución impulsado por el presidente Evo Morales el mismo reconocimiento a "todos los idiomas de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos", que son otros 34.

"Con un total de 37 lenguas agrupadas en ocho familias, Bolivia tiene el doble de la diversidad lingüística de toda Europa", señaló el especialista David Harrison, del Instituto de Lenguas Vivas para los Idiomas en Peligro, en un estudio publicado en septiembre por National Geographic.

Dicho análisis apuntó que la mitad de las cerca de 7.000 lenguas del mundo puede desaparecer en este siglo, un vaticinio dramático que coincide con la advertencia de la UNESCO.

Una línea similar a la de Bolivia siguió Ecuador, donde la Constitución establece el castellano como idioma oficial, pero señala que el quechua y demás lenguas indígenas son reconocidas dentro sus respectivas áreas de uso.

Colombia también quiere preservar y fomentar las lenguas maternas mediante un programa gubernamental dirigido a salvar de la extinción 65 idiomas indígenas y dos criollos, así como el romaní de los gitanos.

"El problema de fondo es lograr que la modernización pueda coexistir con el mantenimiento de las lenguas tradicionales", dijo a Efe el coordinador del programa, Jon Landaburu.

Una de las dos lenguas criollas del país es el palenquero, hablada por afrodescendientes en San Basilio de Palenque, municipio vecino a Cartagena de Indias y declarado en 2004 obra maestra intangible del patrimonio de la humanidad de la UNESCO.

La otra es el "patois" (patuá), mezcla de inglés y dialectos del Caribe cuyo uso está muy extendido en el archipiélago de San Andrés y Providencia, y también llamado creole, al igual que en Haití, donde es idioma oficial junto con el francés.

La promoción del multilingüismo también está en la agenda de México, país que en 2002 reconoció como "lenguas nacionales" a los idiomas autóctonos, mientras que el gobierno capitalino incluyó el náhuatl como materia en la enseñanza secundaria.

Un catálogo del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) muestra que en México existen 364 idiomas nativos de 68 agrupaciones lingüísticas que pertenecen a 11 familias de lenguas indoamericanas, de las cuales la más usada es la maya, con unos 850.000 hablantes.

Un mosaico similar tiene Guatemala, donde existen 23 lenguas mayas, de las cuales la más usada es la k'iché, hablada por casi un millón de almas.

En EE.UU., donde el uso del español crece a pasos agigantados y se hablan 311 lenguas, el inglés es el único idioma oficial, con la excepción de Hawai, donde comparte protagonismo con el hawaiano.

El navajo destaca entre las lenguas indias, con unos 100.000 hablantes, muchos más que el apache o el tolowa, cercanos a la desaparición, destino que tuvo en enero pasado la eyak al morir la cacica Marie Smith Jones, última nativa de Alaska que lo hablaba.

En la bilingüe Canadá, el territorio de Yukon acepta otros ocho idiomas de 14 tribus indígenas, mientras que en los Territorios del Noroeste se reconocen como oficiales 11 lenguas, y en Nunavut son también oficiales las de los inuit (esquimales), inuktitut y inuinnaqtun.

En el otro extremo del continente la compañía Movistar, filial de la española Telefónica, inauguró este mes en Chile el primer centro de llamadas en mapudungún, la lengua del pueblo mapuche.

Una iniciativa similar acordaron hace tres años el Ministerio de Educación de Perú y el gigante informático Microsoft para traducir al quechua los programas "Windows" y "Office", con el fin de facilitar el acceso de los indígenas a la tecnología.

Además del mapudungún, pequeños grupos chilenos conservan el aimara, quechua, rapa nui -pascuense- y kawésqar, mientras que sólo 25 personas hablan yagán.

Otros países preservan lenguas nativas, aunque faltan políticas de protección y el número de hablantes es bajo.