Kosovo juega al suspense con el día de su independencia entre advertencias serbias

Las autoridades kosovares han subrayado su firme disposición a declarar su independencia de forma unilateral, aunque dejando en el aire algunas incógnitas. Al ambiente festivo que se vive en Pristina se ha sumado el parlamento kosovar, al aprobar una moción necesaria para la proclamación de independencia. Sin embargo, el primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci, ha eludido las expectativas y ha comparecido ante la prensa sin aclarar en qué fecha se producirá el acto de separación. Una fuente parlamentaria kosovar, que pidió el anonimato, aseguró a Efe que la proclamación oficial tendrá lugar el domingo próximo a las 15.00 horas.

(REUTERS)

Hashim Thaci

Entre sus comedidas declaraciones, Thaci ha asegurado que en un Kosovo soberano todos tendrán una perspectiva de futuro. También se comprometió a garantizar los derechos de las minorías en la región.

Al mismo tiempo que Kosovo avanza hacia su declaración de soberanía, la comunidad internacional está acentuando su profunda división, alentada por las advertencias serbias contra Kosovo. Y es que, desde hace días los diferentes países han ido radicalizando sus posturas, entre aquellos que apoyan la separación (como los integrantes con más peso de la Unión Europea y Estados Unidos) o aquellos que muestran una profunda oposición, entre los que se cuentan Serbia, Rusia, Chipre y Rumanía.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió ayer con carácter de urgencia y la intención de acercar posturas sobre Kosovo. El resultado de la reunión no pudo ser más desalentador. Y es que, en lugar de aproximar posiciones, las distintas partes elevaron su tono de amenazas. El problema subyacente, y que utilizan la mayoría de países contrarios a la independencia, es la posibilidad de que Kosovo se convierta en un precedente para otros territorios separatistas, y la contradicción que supone la independencia con el derecho internacional.

Desde Kosovo, aseguran que ellos no pueden servir de precedente, ya que ningún otro territorio comparte sus peculiaridades históricas. Sin embargo, Rusia no lo cree así y acusa a Occidente de utilizar un doble rasero. Un doble rasero del que ahora la propia Rusia está dispuesta a sacar partido, puesto que ya se ha apresurado a declarar que, si se independiza Kosovo, ellos intentarán apropiarse de las regiones georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.

Rusia, que hoy ha matizado las declaraciones de Putin en las que comparaba el caso del separatismo kosovar con España, apoya la postura serbia, también como una forma de ganar influencia en la zona balcánica. El primer ministro serbio, y también el presidente del país, han respondido a los movimientos kosovares en aras de la independencia con vigorosas declaraciones de oposición. Por ejemplo, el primer ministro Kostunica ha declarado que Serbia no cederá nunca en su pugna por preservar Kosovo. Tadic, el presidente, ha afianzado la posición serbia al jurar su cargo en el Parlamento de Belgrado. Tadic ha afirmado que tiene dos objetivos como presidente: la lucha por "nuestro Kosovo" y la integración de Serbia en la Unión Europea. Sin embargo, gran parte de la comunidad europea observa ambos objetivos como incompatibles.

Kosovo cuenta también con influyentes valedores, y con gran determinación para llevar adelante el proceso de secesión. Y es que, fuentes diplomáticas declararon a Efe que, si alguien intenta desestabilizar el terreno kosovar, "eso les metería en una dificultad, y la UE tendría que responder de algún modo".