Serbia anulará con anticipación la independencia unilateral de Kosovo

Belgrado.-  El Gobierno serbio ha anunciado una reunión para mañana en la que pretende anular "con anticipación" el acto sobre la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo que los albano-kosovares efectuarán posiblemente el próximo domingo.

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(EFE)

Niños albanos llegan a una escuela improvisada en unas barracas en la ciudad de Vitina, Kosovo, Serbia el pasado 8 de febrero.

La decisión de esa anulación por parte del Ejecutivo se activaría en el momento de la proclamación de la independencia en Pristina.

El Gobierno serbio presentará su decisión al Parlamento para su debate y aprobación, pero de momento se desconoce la fecha en que se reunirán los diputados, y, de hecho, las consultas al respecto comenzaron ya hoy.

Serbia se opone con vehemencia a la soberanía de su provincia del sur, poblada por una abrumadora mayoría de albaneses, cuyos líderes ultiman los preparativos para declararla en coordinación con Estados Unidos y la Unión Europea (UE), por quienes esperan ser reconocidos.

Las autoridades serbias insisten en que sólo el Consejo de Seguridad de la ONU puede decidir sobre el estatuto de Kosovo y se opone a los actos unilaterales, que considera una violación flagrante del derecho internacional y la creación de un precedente peligroso, y cuenta en ello con el apoyo de Rusia.

Según los medios, Serbia ha pedido mediante su representante en Nueva York, Pavle Jevremovic, una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para un debate sobre Kosovo ante la inminente declaración unilateral de la independencia.

El Gobierno serbio también tiene preparado un "plan de acción" con una serie de medidas que aplicará si se produce la independencia unilateral, pero que se tienen en secreto.

Lo que es conocido es que no se prevé ningún tipo de actividad militar, ya que las autoridades insisten en que defenderán la soberanía y la integridad territorial del país con medios diplomáticos, políticos y económicos.

"No hay político serio en Serbia que considere que la aprobación de un decreto ilegítimo puede impedirse o solucionarse con una reacción militar", dijo hoy al diario "Blic" el jefe del Estado Mayor del ejército serbio, Zdravko Ponos.

Una grave crisis en el seno del Gobierno serbio -compartido por los partidos del primer ministro, Vojislav Kostunica, y el presidente, Boris Tadic, y sus respectivos aliados- que se desató la semana pasada y amenazaba con desencadenar elecciones anticipadas y desestabilizar el país, quedó superada de momento ante el difícil reto de la independencia de Kosovo.

Los dirigentes serbios, al parecer, dejaron de lado, por el momento, las discrepancias respecto al proceso de acercamiento a la UE y se centraron en Kosovo.

Mientras, en Pristina, los albano-kosovares ultiman los preparativos para proclamar la independencia, a la que aspiran desde hace décadas.

Aunque todavía no hay confirmación oficial de la fecha de esa proclamación, se considera que será el domingo o el lunes próximos.

El Gobierno kosovar ha destinado un millón de euros para festejos y manifestaciones que habrá tanto en Pristina como en otras zonas de Kosovo, donde tendrán lugar diferentes programas en escuelas y centros culturales.

Una galería de Pristina prepara un programa maratoniano en una plaza céntrica, que debería durar 70 horas y durante el que se elaboraría una pintura de grandes dimensiones, posiblemente de 60 metros de largo.

Los serbios de Kosovo, centrados en el norte contiguo al resto de Serbia y en varios enclaves aislados del centro y sur, esperan con gran preocupación para su seguridad y con incertidumbre el día de la independencia, que no reconocen.

Esos serbios, que se calcula representan un cinco por ciento de unos dos millones de habitantes de Kosovo, anunciaron que seguirán fieles a las instituciones de Serbia, si los albaneses proclaman la independencia.

Muchos serbios temen la posibilidad se convertirse en objeto de violencia de extremistas albaneses en un ambiente de euforia, como en la ola de ataques en marzo de 2004, cuando 19 personas resultaron muertas y más de 900 heridas.

La fuerza multinacional en Kosovo (KFOR), el mando de la OTAN, que cuenta con más de 16.000 efectivos en la provincia, la policía internacional y local aseguran que están preparados para "cualquier reto".