Egipto explota con la victoria de los Faraones

El Cairo.-  Los Faraones devolvieron hoy el esplendor al país de las pirámides con su victoria sobre Camerún, un triunfo que sacó a la calle a cientos de miles de personas en todo el país y que mantiene a Egipto en la cúspide del fútbol africano.

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Los egipcios estallaron de alegría segundos después de que el árbitro Koffi Codjia pitara el final del encuentro. A lo largo del país, los egipcios se mostraron eufóricos por un nuevo triunfo de su selección, que no partía como favorita en las quinielas previas al campeonato.

El gol de Aboutrika en el minuto 76 de la final otorgó a Egipto su sexta Copa de África y revalidó su condición de campeón continental dos años después de derrotar a Costa de Marfil ante su público.

Ahmad, un joven cairota, reconocía que, al igual que la mayoría de los egipcios, no tenía mucha confianza en esta Copa de África, aunque inmediatamente después sentenciaba: "Desde el segundo partido tuve claro que seríamos campeones".

Junto a Ahmad, centenares de personas tomaron la calle 26 de Julio, una de las principales arterias de la capital egipcia, colapsando el tráfico, algo que se repitió en todos los barrios de la ciudad.

Banderas egipcias, tambores improvisados con palos y bidones, y el constante sonar del claxón de los coches han sido los grandes protagonistas de una larga noche que ha devuelto la sonrisa a un país que no pasa por sus mejores horas.

A las celebraciones de los egipcios se han unido en puntos de todo el país los turistas que visitan estos días las maravillas faraónicas.

Con una bandera egipcia en la mano y la cámara de fotos en la otra, Angelina, una estadounidense que trabaja en El Cairo como ingeniera, festejaba el triunfo junto a los cairotas, y aseguraba que lo que veía "era increíble".

Junto a ella, varias personas, a pocos metros de una gasolinera, bailaban al grito de "viva Egipto" y sujetaban botes de spray que, tras usar un mechero, habían convertido en potentes lanzallamas.

Incluso se vio alguna botella de champán en las celebraciones, en un país de mayoría musulmana y en el que consumir alcohol en la calle no es, desde luego, lo más habitual.

Tanta alegría derivó en algunos momentos de tensión, provocados por algún atropello leve, que por lo general se quedaron en un mero susto.

Algunas turistas desprevenidas también sufrieron el exceso de euforia generalizada al verse rodeadas por grupos de egipcios, que se dispersaron al intervenir agentes de policía.

Pero las celebraciones no terminaron en la capital.

A 700 kilómetros de El Cairo, en la sureña Luxor, uno de los principales destinos turísticos de Egipto, el éxtasis de los autóctonos se fundió también con la alegría de los visitantes, que tuvieron la oportunidad de disfrutar junto a los vecinos de una noche única.