Brown, dispuesto a apoyar a Blair para la presidencia de la Unión Europea

Londres.-  El primer ministro británico, Gordon Brown, está dispuesto a apoyar a su predecesor Tony Blair para el puesto de presidente de la Unión Europea si ése finalmente decide presentarse, pese a la fuerte oposición que suscita entre muchos europeos continentales, que han lanzado ya una campaña en contra.

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(EFE)

El actual primer ministro británico, Gordon Brown, escucha al entonces mandatario Tony Blair en una intervención en la Cámara de los Comunes en junio de 2007.

Fuentes del número 10 de Downing Street citadas hoy por el diario "The Times" han dado a entender que Brown apoyaría gustoso a su correligionario, aunque niegan al mismo tiempo que esté promoviendo activamente su candidatura para ese puesto de nueva creación.

Blair no parece de momento decidido y quiere ver primero si el puesto es acorde a su estatura política ya que todavía no está claro si sería el principal representante de la UE o tendría que competir por ese puesto con el presidente de la Comisión.

El ex dirigente laborista, cuya candidatura apoya el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se enfrenta, incluso antes de lanzarse a la arena, a una fuerte campaña por internet de ciudadanos de la UE que ha reunido ya más de tres mil firmas contra su persona y que aspira a conseguir un millón.

La petición expresa "la total oposición" de los signatarios, "de todas las persuasiones políticas", al nombramiento de Blair, un político que, "en violación del derecho internacional, lanzó a su país a una guerra en Irak a la que se oponía la mayoría de los ciudadanos europeos".

"Esa guerra, señalan los firmantes, ha producido cientos de miles de víctimas y desplazado a millones de refugiados, ha sido un importante factor en la desestabilización de Oriente Medio y ha minado la seguridad del mundo".

En la petición se acusa a Blair no sólo de haber manipulado la información para justificar aquella guerra, sino también de haber sido "cómplice" del gobierno de George W. Bush en el programa ilegal de "entregas extraordinarias" de sospechosos de terrorismo, "en contradicción con la Convención Europea de Derechos Humanos".

Por si eso fuera poco, también se le reprocha que se convirtiese en un obstáculo para la integración europea al establecer una serie de "líneas rojas" en la negociación del llamado "tratado de Lisboa" con la intención de "bloquear cualquier progreso en temas sociales, armonización fiscal así como defensa y política exterior".

Para los signatarios de la petición, resulta "inconcebible" que pueda convertirse en primer presidente del Consejo Europeo el ex jefe de un gobierno que mantuvo a su país al margen de dos elementos clave de la construcción de Europa: el área Schengen de libre movimientos de personas y la de la moneda única.

Blair se vio favorecido por la prensa propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch, como los diarios "The Times" o "The Sun" precisamente por su oposición al euro y su decisión de ir a la guerra de Irak del brazo de Estados Unidos, ambas decisiones compartidas por su sucesor, Gordon Brown.

Las credenciales europeístas de Blair en un país de euroescépticos y negados al aprendizaje de lenguas extranjeras tienen que mucho que ver con su supuesto entusiasmo inicial por la UE, posteriormente desmentido por sus acciones, y el hecho de que sea capaz de hablar corrientemente en francés con su amigo Sarkozy.

Para el líder de los liberales demócratas, segundo partido de la oposición, Nick Clegg, ex miembro del Parlamento Europeo, la candidatura de Blair a la presidencia europea "es una manifestación de vanidad política, que no prosperará".

"Su política exterior, critica Clegg, acabó en desastre en Irak, dividió a Europa y separó a Gran Bretaña de algunos aliados clave. La presidencia europea no será una institución poderosa, pero requiere a alguien que pueda liderar (a los ciudadanos) mediante el consenso, y no alguien que los divida".

El ex ministro conservador de Exteriores y hoy diputado Malcolm Rifkin es de la misma opinión: Blair "quiere ser líder de Europa, pero fue el principal responsable de la división de Europa por la guerra de Irak".