El Parlamento francés abre la puerta a la ratificación del Tratado de la UE

París.-  El Parlamento francés dio hoy el último paso previo a la ratificación legislativa del Tratado europeo de Lisboa, al adoptar la revisión de la Carta Magna gala necesaria para ajustarla al texto.

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(EFE)

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la convención celebrada la semana pasada en París por el partido gubernamental francés, la UMP.

Firmado por los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) en la capital portuguesa el pasado 13 de diciembre, el tratado tiene como objetivo sacar a la UE de la parálisis institucional en la que la había sumido el "no" de los electores franceses y holandeses al proyecto de Constitución en sendos referendos en 2005.

Los 907 diputados y senadores franceses (uno de los escaños del Senado está vacante) estaban convocados hoy por el jefe de Estado, el conservador Nicolas Sarkozy, en el Palacio de Versalles (afueras de París) para, reunidos en Congreso, adoptar el proyecto de ley de revisión de la Carta Magna francesa.

Como se preveía, se superó la mayoría de tres quintas partes de síes a favor de esta revisión, de tres artículos, que es la vigésimo tercera de la Constitución gala desde su alumbramiento en 1958.

De los 893 legisladores participantes en esta sesión solemne, 560 votaron a favor y 181 en contra, mientras que 152 se abstuvieron.

El próximo jueves, antes de iniciar el receso de la campaña de las elecciones municipales y cantonales del 9 y 16 de marzo, las dos cámaras del Parlamento votarán el proyecto de ley que autoriza a Francia a ratificar el Tratado de Lisboa.

Al abrir la sesión en Versalles, el primer ministro, François Fillon, instó a los legisladores a votar sí con el fin de "relanzar a Europa" y sacarla del "estancamiento".

"Al votar la revisión constitucional (...) permitiréis que Francia sea el cuarto país en ratificar el tratado de Lisboa", dijo el jefe del Gobierno conservador, al recordar que su país presidirá la UE en el segundo semestre.

Dirigiéndose especialmente a los socialistas, recalcó que el voto de hoy "no es sólo un voto por Francia y Europa, es también un voto que diferencia a los actores de los espectadores de la Historia".

Los legisladores socialistas, Jean-Pierre Bel y Pierre Moscovici, que intervinieron en nombre de los grupos parlamentarios de su partido (PS) en las dos cámaras, dijeron que apoyan el tratado, pese a sus "insuficiencias", pero defendieron la abstención para mostrar su "desacuerdo" con la decisión de Sarkozy de no convocar un referéndum para ratificarlo.

La sesión de hoy volvió a poner en evidencia las profundas divisiones que Europa suscita en el principal partido de la oposición en Francia.

Sin hacer caso de la consigna de abstención dada por su partido, más de cien legisladores socialistas votaron no, al igual que los comunistas, que rechazan el nuevo tratado porque, argumentan, es "idéntico" a la fallida Constitución.

Al rechazar el argumento del Gobierno de que los dos textos son diferentes, una senadora comunista dijo que a los españoles, que habían aprobado la Constitución en un referéndum, "se les dice que no serán consultados" ahora porque el tratado de Lisboa es "lo mismo" que el anterior.

Es de suponer que entre los socialistas que hoy se pronunciaron contra la revisión de la Carta Magna había muchos que hicieron campaña por el "no" a la Constitución en el referéndum de 2005.

Mientras los parlamentarios estaban reunidos en el Palacio de Versalles, varios centenares de personas se manifestaron ante el imponente castillo para reclamar un referéndum sobre el tratado de Lisboa, arropados por comunistas y figuras de los partidos de extrema izquierda y grupos anti-globalización.

La abrumadora mayoría de los legisladores del partido conservador de Sarkozy, UMP, votó sí a la revisión constitucional, al igual que los centristas, y algún que otro socialista, como Jack Lang.

Durante la campaña por el Elíseo, Sarkozy había prometido que sometería al Parlamento para su ratificación el tratado "simplificado" que impulsaba.

Hoy, Fillon afirmó que con el tratado Francia cumple sus "responsabilidades con Europa" y sus "deberes con los franceses".