La última cita con la prensa también tuvo a Brady de protagonista

Glendale (Arizona.-  Glendale (Arizona, EEUU), 29 ene (EFE).- Si hay un día en el circo que se genera durante la semana que antecede a la disputa del Super Bowl es el que los equipos dedican a los medios de comunicación y esta vez no fue la excepción con los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Gigantes de Nueva York.

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(EFE)

El quarterback de los New England Patriots Tom Brady, atiende a los periodistas durante la jornada abierta a los medios de comunicación con motivo de la celebración el próximo domingo de la Super Bowl.

Sin embargo, lo que no cambió fue que la figura del mariscal de campo Tom Brady, de los Patriotas, se convirtió de nuevo en el centro de atención.

Tanto desde la incógnita de su condición física como por la figura de joven galán, que genera que algunos profesionales se olviden de las normas deontológicas básicas del periodismo.

Como se esperaba los primeros en ponerse frente a los periodistas fueron los Patriotas y durante una hora no ofrecieron nada que no se supiese y que no se haya dicho hasta la saciedad de lo que puede suceder el próximo domingo cuando se dispute la edición XLII del Super Bowl.

Brady después de superar con gran tacto el aspecto personal y su relación con las mujeres, al considerarse "hombre de una sola", reiteró que su recuperación del tobillo derecho es perfecta y está listo para hacer su trabajo en el campo.

"Me siento cada día más en forma como el resto del equipo y lo único que pensamos es en llegar al partido en plenitud para conseguir el gran objetivo de la victoria", destacó Brady, que también tuvo tiempo de bromear con su compañero, el defensor Pierre Woods sobre su botín ortopédico.

Al margen de las bromas y de lo que pudieron expresar los jugadores de los Patriotas, la nota dominante es lo conscientes que están de que se van a encontrar con el partido más difícil de la temporada y para nada se creen que son los favoritos al triunfo final.

El que más claro tiene ese concepto es el defensor Tedy Bruschi, un modelo de superación desde la adversidad de la enfermedad que le pudo constar la vida hasta la filosofía que cuando uno se cree que lo tiene todo es cuando lo puede perder.

Además admitió que a pesar de haber ganado los otros Super Bowls de los Patriotas, este es muy especial para él por muchos aspectos.

"Hay muchos puntos por los cuales es especial para mí... desde el haber superado el derrame cerebral en el 2005, hasta lo que podemos lograr con una campaña invicta, hasta mi regreso a jugar en mi casa del estado de Arizona".

Sobre la enfermedad, Bruschi fue muy sincero cuando dijo que ni siquiera pensaba que iba a regresar a jugar de nuevo al fútbol americano.

"Sabía que si salía y no podía ver de mi lado izquierdo, me matarían. Las eficiencias que tenía en mi brazo y pierna izquierda, eso lo podía rehabilitar... Soy un jugador de fútbol americano. Pero ¿cómo se rehabilita la visión? No puedes", valoró Bruschi. "Sin mi visión, no estaría aquí hoy...".

El defensa estelar de los Patriotas dijo que además ahora era un símbolo de como se pueden recuperar las personas que sufren como él un derrame cerebral.

"Y si puedo sufrir un episodio de esa naturaleza y regresar a jugar fútbol americano profesional, golpear mi cabeza en todos lados, eso les dice que la víctima de un accidente cerebro vascular puede recuperarse", valoró.

Rodney Harrison, profundo de los Patriotas, ciertamente conoce la línea que divide una jugada limpia de una sucia. De hecho, cruza esa línea de vez en cuando y fue el que valoró la fama que precede a los defensores de los Gigantes.

"El fútbol americano es sucio", admitió Harrison. "Es un deporte duro, físico, con muchas cosas sucias ocurriendo y nos apuntamos a jugar, por eso ustedes (los periodistas) no lo hacen. Lo hacemos nosotros".

Por su parte, el entrenador de los Patriotas, Bill Belichick, en una de sus pocas respuestas del día, mencionó a Jimmy Johnson, ex entrenador en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), y al piloto de los Cardenales de San Luis, Tony La Russa, del béisbol profesional de las Grandes Ligas.

Cuando se le preguntó qué hace para relajarse en el receso de temporada, Belichick respondió: "Un día, iré de pesca con Jimmy Johnson".

Luego comentó que pasará tiempo con sus hijos, quizás observe algunos jugadores en Florida y pasara tiempo con La Russa, en los entrenamientos de primavera.

Pero, una vez más, de cosas serias relacionadas con el partido, Belichick no dio ni una sola pista, hermetismo completo y sin concesiones a los periodistas.

Por su parte, la gran novedad del Super Bowl, el joven mariscal de campo de los Gigantes, Eli Manning, como era de esperar no pudo alejarse ni un momento de la imagen y proyección de su hermano mayor Peyton Manning, que el año pasado ganó el Super Bowl con los Potros de Indianápolis.

Pero no fue para elogiar su figura sino simplemente para decir que le gustaban los anuncios comerciales que hacia su hermano y en cuanto al partido que era una gran experiencia y estaba listo para el gran reto.

"No puedo decirles lo difícil que es admitir esto, pero se ha vuelto un buen actor", dijo Manning. "Empezó un poco mal, pero realmente es bastante gracioso. Es difícil decir eso sobre un hermano, pero los disfruto, y me gustan los pocos que hemos hecho juntos".

El veterano defensa Michael Strahan, al que muchos han dicho que se pasa a la hora de hacer los marcajes sobre los mariscales, no en vano es uno de los mejores derribadores que hay en la NFL, le tocó también hablar de quien podría representarlo mejor en el cine.

"Lo único que tiene que ser es gracioso y por eso considero que Will Smith, le podríamos hacer crecer su masa muscular y practicarle una separación interdental para que hiciese bien el papel", comentó Strahan, que también eligió a Brad Pitt para hacer el papel de Brady.

El receptor Plaxico Burress fue preguntado sobre su predicción que los Gigantes ganarían 23-17. Dijo que hizo el vaticinio de modo apresurado, y no lo pensó bien, pero se mantuvo firme sobre ello.

"Debes pensar en que vas a ganar el partido", subrayó. "No cuestionó el gran equipo al que nos vamos a enfrentar, pero confiamos también en nuestras posibilidades".

Por su parte, el entrenador más veterano que hay en la NFL, Tom Coughlin, de 61 años, y responsable de los Gigantes, negó los argumentos que dicen que ha dejado de ser un profesional inflexible en su disciplina y ahora es más sentimental en cuanto a la manera como se ha comunicado este año con el equipo.

"Soy el mismo, pero aprendes a adaptarte, a ajustar, de eso se trata este juego", explico. "He tenido que hacer una mejor tarea de comunicación, y trabajé con el consejo de liderazgo de jugadores en ello durante toda la temporada".

Coughlin que el gran triunfo había sido que le entendieron que no se trataba de lo que decía, sino de cuales eran las intenciones que había detrás de cada expresión y el respeto y apoyo que les quería dar siempre.

El mismo que espera sientan el domingo cuando se encuentren ante el cuarto Super Bowl en la historia del equipo y frente al mejor equipo de todos los tiempos que quiere consumar una temporada gloriosa.