Muere Suharto, el general que tuvo a Indonesia bajo su puño durante 32 años

El ex dictador Suharto falleció hoy a los 86 años en Yakarta. Su régimen se inició con una sangrienta purga que se cobró la vida de casi medio millón de personas y se consolidó como un sistema corrupto que basó su supervivencia en el progreso económico del país.

MAST IRHAM (EFE)

Fotografía de archivo del ex presidente indonesio Suharto

La edad ha terminado siendo el único rival que Suharto no pudo someter durante su vida, que comenzó un 8 de junio de 1921 en la aldea javanesa de Godean. El segundo de once hermanos y hermanastros, sus padres se divorciaron cuando tenía apenas dos años, fue educado en la tradición cultural javanesa, combinada con la religión musulmana y cierto misticismo.

Después de concluir los seis meses de adiestramiento militar, se alista con el rango de sargento en la Real Armada de Indias de Holanda, en 1940. Durante la ocupación japonesa, que comienza en 1942, recibe instrucción del Ejército Imperial nipón hasta que se pasa al movimiento independentista que encabeza Sukarno y que logrará la independencia en 1945.

Durante los años siguientes forja una triunfal carrera castrense que le imprime su peculiar estilo y carácter autoritario: coronel (1957), brigadier (1960) y comandante general (1962). Al mismo tiempo establece una familia con Hatinah, que con el tiempo será llamada por todos Ibu Tien o, más calladamente, "Madame diez por ciento" (por su presunto cobro de comisiones), con la que tendrá seis hijos.

En una época donde la amenaza comunista planea por todo el Sudeste Asiático, algunas unidades militares apoyadas por el Partido Comunista de Indonesia protagonizan el 30 de septiembre de 1965 una intentona golpista, que será aplastada por el Suharto de manera contundente: cerca de medio millón de personas murieron en la "purga" de comunistas.

'Padre desarrollo", uno de los dictadores más corruptos

Desde entonces, y durante 32 largos años, Suharto gobernará el país apoyado en el Golkar. La "democracia vigilada", como eufemísticamente se denominaba al régimen, permite un progreso económico notable y el general de sonrisa constante, voz clara y fuerte, y de hablar pausado, pasa a convertirse entre su pueblo en 'Bapak Pembangunan' (Padre desarrollo).

Curiosamente, cuando se resiente el desarrollo, con la crisis financiera asiática de 1997, se viene abajo su régimen autócrata y considerado uno de los más corruptos del mundo. En mayo de 1998, después varios meses de manifestaciones continuas y cada vez más numerosas, y con un descontento social creciente, Suharto anuncia su dimisión por el bien de la nación. Los gobiernos sucesivos han tratado de juzgarle por corrupción, pero una legión de abogados y su delicado estado de salud le evitaron pisar un tribunal de justicia.