La apertura de la variante del tren de Huesca marca el inicio de la mejora de las comunicaciones con Francia

Huesca.-  La entrada en servicio de la variante ferroviaria de Huesca propició hoy el inicio de un plan de mejora global de la línea de tren que discurre en dirección al paso transfronterizo en desuso de Canfranc y el "primer hito" de la mejora de las comunicaciones por Francia por tren.

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(EFE)

El secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán (i), y el alcalde de Huesca, Fernando Elboj (d), descienden del tren tras recorrer el trayecto de la variante ferroviaria de Huesca, perteneciente a la línea Huesca-Canfranc, que ha puesto hoy en servicio el Ministerio de Fomento.

Así lo aseguró el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, tras presidir la puesta en funcionamiento de esta infraestructura férrea junto al consejero aragonés de Obras Públicas, Alfonso Vicente, y el alcalde de la capital oscense, Fernando Elboj.

Tras recorrer los más de diez kilómetros de la variante en un tren habilitado para la ocasión, Morlán explicó que la "doble virtualidad" de esta obra supone no sólo la eliminación de la vía que dividía la ciudad en dos partes, sino un primer paso para la apertura de las comunicaciones con Francia.

Indicó a este respecto que la obra puesta en funcionamiento y la utilización de los mejores materiales disponibles para su construcción (los mismos que se emplean en las líneas de alta velocidad) revelan el "empeño" del Ministerio de Fomento en favorecer la comunicación transfronteriza.

La variante de Huesca, cuyo coste ha superado los 30 millones de euros, está construida con traviesas polivalentes que permitirán su adaptación futura a las vías de ancho internacional sin afrontar nuevas inversiones, y con el "mejor material" disponible a fin de garantizar la mayor seguridad y estabilidad de los trenes.

Las actuales características de esta infraestructura, que dispone de 16 pasos elevados o bajo el nivel de suelo para salvar caminos pecuarios o accesos, permiten circular a los trenes a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, aunque en el futuro, con la electrificación de la línea, se prevén alcanzar los 200 kilómetros por hora.

En relación a la mejora de la línea Canfranc-Huesca, Morlán destacó que su departamento prevé adjudicar en próximas fechas el proyecto del tramo Alerre-Caldearenas, licitar las obras de renovación de la vía entre Caldearenas-Jaca y mantener en funcionamiento el trayecto entre Jaca y Canfranc.

"Nosotros -subrayó- tenemos todos asegurado, y, desde luego, el haber conseguido que la UE nos diera para el periodo 2007-2013 un total de cinco millones de euros para los estudios de la Travesía Central nos refuerza la idea de que tenemos que seguir trabajando para no perder el ritmo".

Morlán, para quien la eliminación de la barrera ferroviaria que dividía el casco urbano de Huesca supone un "día histórico", anunció que la próxima semana se reunirán la Dirección General de Ferrocarriles con el Ayuntamiento de Huesca para definir el proyecto de retirada de estas vías y la transformación de la zona en paseo.

Por su parte, el alcalde oscense expresó su satisfacción por la entrada en servicio de una variante que, según afirmó, permitirá eliminar la "barrera" ferroviaria que atravesaba la ciudad, y potenciar al tiempo las posibilidades de la futura Plataforma Logística de Huesca (PLHUS).

Según explicó, "pocas veces una ciudad está tan conforme con una obra, porque ha habido que padecer durante décadas una barrera en el corazón de su casco urbano que con su eliminación hará desaparecer los elementos de inseguridad que suponía".

El consejero aragonés de Obras Públicas, que se refirió a la variante como "una operación de cirugía estética que ha permitido eliminar una cicatriz que afectaba a la ciudad", resaltó el "empujón" que supondrá esta obra para la PLHUS, donde se instalará una playa de vías para transportes de mercancías.