Preparados los cercados en Doñana para la primera suelta de linces de Sierra Morena

Espacio Natural de Doñana (Huelva).-  Técnicos de la Junta de Andalucía han habilitado dos cercados en puntos estratégicos de Doñana en los que se liberarán, en unas semanas, los primeros linces ibéricos traídos desde Sierra Morena.

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(EFE)

Técnicos de la Junta de Andalucía han habilitado dos cercados en puntos estratégicos de Doñana en los que se liberarán, en unas semanas, los primeros linces ibéricos traídos desde Sierra Morena.

El segundo programa LIFE para la conservación del lince -el de mayor presupuesto de la UE pues supera los 26 millones de euros- preveía reforzar este año la población de Doñana con la suelta en libertad de un ejemplar de Sierra Morena pero la pérdida de once individuos, casi todos machos, por un brote de leucemia felina ha acelerado la construcción de un segundo cercado.

Esta suelta (traslocación, según la denominación científica), nunca se ha realizado en Doñana pues los ejemplares traídos desde Sierra Morena en los últimos años se han destinado a la cría en cautividad, donde no ha habido incompatibilidad entre ambas poblaciones.

La traslocación es crucial no sólo para reforzar la población de Doñana, que hace décadas ronda el medio centenar de ejemplares, sino, en especial, porque servirá de ensayo para la reintroducción de este felino en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal, prevista a partir de 2010.

"Es una experiencia arriesgada, porque no se ha realizado nunca, pero es imprescindible para avanzar", ha señalado a Efe Miguel Ángel Simón, coordinador del Proyecto de Conservación del Lince Ibérico de la Junta de Andalucía.

Aunque admite riesgos en la traslocación, rechazada por grupos ecologistas, Simón la considera "urgente" para salvar el lince en Doñana y consolidarlo en España, donde sobreviven unos doscientos ejemplares en Andalucía y en Castilla-La Mancha.

La traslocación es apoyada por científicos como Javier Calzada, asesor del programa ibérico para la conservación del lince o Melody Roelke, veterinaria del Instituto Nacional del Cáncer de Maryland (EEUU) que asesora a la Junta en esta operación.

Roelke, experta en enfermedades y reintroducción de felinos, apoya esta traslocación para que el lince ibérico deje de ser el felino en mayor riesgo de extinción del planeta.

"Con el lince tenemos que ir más rápido que con la pantera de Florida; si esperamos a resolver los problemas de atropellos en Doñana, el lince se extinguirá y no habrá más atropellos, pero porque no quedarán ejemplares para ser atropellados", ha apostillado a Efe.

Los linces de Sierra Morena se liberarán cuando comience el celo, porque favorece su fijación al territorio y para no desaprovechar el único ciclo reproductor anual de este felino.

Las sueltas se realizarán en cercados de tres metros de alto y varias hectáreas de extensión, cuyo hábitat se ha mejorado para aumentar la población de conejo, alimento casi exclusivo del lince y que también se suministrará artificialmente para que asocie el cercado a una fuente segura de alimentación.

Los cercados, desmontables, están dotados de torretas de vigilancia y equipos de televisión para un seguimiento permanente del lince, aspecto crucial para conocer su comportamiento con vistas a futuras reintroducciones.

Cuando los técnicos consideren que el lince se ha aclimatado a su nuevo territorio, abrirán el cercado para liberarlo.

El primer cercado se ubica junto a la laguna de Santa Olalla, un territorio histórico del lince en pleno corazón de Doñana y abarca siete hectáreas, porque estaba previsto para una pareja aunque acogerá a una hembra tras detectarse en la zona varios machos jóvenes.

Esta suelta se concretará cuando los técnicos localicen en Sierra Morena una hembra adecuada, pues no se usan ejemplares que no hayan alcanzado la edad fértil ni hembras que mantengan una camada.

El segundo cercado se ultima en la zona del Coto del Rey, en el norte del espacio protegido, donde vive la mayor población de linces de Doñana, que este año ha perdido casi todos sus machos por la leucemia felina.

En esta instalación, de unas dos hectáreas, se liberará un macho reproductor de tres años, ya seleccionado, vacunado y en cuarentena.