Fotoperiodismo, la imagen comprometida

Vigésima segunda edición de la "Semana negra". Literatura, crímenes en papel, política y debates. Veintidós festivales en los que 144 escritores pisarán un recinto lleno de prosa, historia, poesía, cultura y palabras. Pero aquí no termina todo. Las imágenes, la fotografía y el periodismo también estarán muy vivos en un minicertamen que cumple este año su versión número 13.

Polémica foto de Javier Bauluz, en la que se denuncia la pésima situación de la inmigración irregular. / FOTO: Javier Bauluz.

El ovetense Javier Bauluz, premio Pulitzer cuando trabajaba para la agencia Associated Press, es la alma máter de este festival, un hombre que ha trabajado en las condiciones bélicas más asombrosas: Ruanda, Cuba, Berlín, Sáhara, Kosovo o Chiapas, publicando sus capturas en publicaciones tan prestigiosas como 'El País', 'The New York Times', 'Liberation' o 'Time'.

Esta nueva edición del certamen de Foto y Periodismo, que también acoge la 13ª edición del Premio Internacional Ciudad de Gijón, aglutina desde el pasado sábado varias de las imágenes más sorprendentes de las más diversas revoluciones, golpes de Estado y conflictos de estos últimos tiempos.

Irán, Afganistán o Gaza son algunos de los lugares representados. Escenas realistas y duras, que pondrán la piel de gallina a más de un visitante.

La edición de este año contará con la participación de profesionales de la comunicación de la talla de Rosa María Calaf, Walter Astrada o Alberto Arce, todos ellos comprometidos con una de las señas de identidad del certamen: que se desarrolle un periodismo de categoría, que respete la emisión de contenidos por todos los canales posibles dentro de unos parámetros de calidad humana.

Los derechos humanos son otro de los temas a tratar, mediante charlas y talleres para periodistas o estudiantes de periodismo, en los cuales se exponen, desde la vivencia directa del fotógrafo o corresponsal de guerra, todos y cada uno de los casos en los que los derechos de las personas quedan en entredicho.

Son 13 ediciones desarrolladas durante los 22 festivales literarios de la "Semana negra", trece años en los que los derechos humanos, la libertad de expresión y de prensa, la cultura, las denuncias en papel fotográfico y las leyes del buen periodismo han sido el único tema de discusión.

Porque el periodista no puede curar, pero si denunciar.