¡Cucú! la prensa española se asoma a Somalia

Hoy por hoy Somalia es, a los medios de comunicación, uno más de los temas de moda. Ni el absoluto agravio de Kosovo, que pasó sin más al cajón de los recuerdos, ni otras zarzuelas patrias se imponen sobre la información emanada desde este inmenso cuerno de tierra del este de África. No hace falta nada más que echar un ojo a cualquier prensa, para darse cuenta de ello. Si el año pasado era Al-Qaeda y la gran guerra (¿ideológica?) contra el terrorismo multicopia y omnisciente este año son los piratas. Pero, a diferencia de la afamada producción hollywoodiense del guaperas alternativo, ahora los piratas ni son chistosos ni pseudopunks. Es decir, no son muy vendibles.

El diario El País informa, con foto incluida, sobre un nuevo secuestro

De Somalia sabíamos la mayoría bien poco. Ahora creemos que ha cambiado. Incluso podríamos sorprendernos en la conversación del café hablando sobre los piratas; evocando la Isla tortuga o aquellos malditos corsarios ingleses que arruinaron el imperio del sol constante. Sin embargo, los medios nos bombardean durante estas semanas con una información determinada sobre el país. Lo sabido: que en un país en caos, dominado por jefes clánicos con algunas ligazones con el extremismo religioso, no existe autoridad alguna capaz de proteger a los barcos de toda clase que surcan la extensa costa somalí.

Sorprende encontrar el amplio despliegue de información de periódicos -los españoles- que apenas tienen un corresponsal en África o incluso ninguno. Ello nos aboca a la agencia o, a lo que es peor, al refrito camuflado. De ello parece nutrirse, por ejemplo, La próspera coalición pirata, del célebre periodista anti-Chávez y anti Fidel J. Aznárez, experto en América latina y Asia. Desde Madrid, se lanza a la piscina y una vez más para satisfacer los intereses de su grupo editorial se dispone a afilar la pluma con sus prejuicios e ideas claramente desconectadas de la realidad que pueda existir en una zona en la que no tardará mucho en encontrar un nuevo muñeco de tiro.

Los ingleses, más imperiales ellos, junto con los franceses sí suelen dejar en África al menos un corresponsal por país o quizá por cada dos países depende de como vean el mercado de la carne por allí. Las agencias nutren, muchas veces como único informador, a los periódicos del mundo. Si la BBC dice que los piratas son cada vez más una mafia, que utilizan GPS y se han modernizado, nosotros lo creemos a pies juntillas. Sin duda, al menos El País [diario global... ¿global?] así lo hace. En el artículo antes comentado el periodista español no duda en decir que hay pocos que se adentren en Somalia desde hace tiempo, pero se atreve a describir la nueva vida de ricachones insensible que se pegan los piratas. Siempre según “ las fuentes disponibles”. Leyendo atentamente la información de la BBC podemos extraer dos conclusiones, por una parte que se trata de la mejor información-resumen existente o por otra que la mayoría de ellos orgullosos y prestigiosos medios patrios han tomado como base un más que dudoso informante de la cadena británica para aplicar sus juicios -incluso sus líneas de opinión oficiales-. Mientras, olvidan los recursos propios que pudiéramos tener que, aunque limitados, existen. Se olvidan, así es la actualidad o así la analizan, de casos tan recientes como el del fotógrafo José Cendón. Un “español” del mundo reconocido por su trabajo y que fue secuestrado en Somalia el pasado año durante más de un mes. Su actitud y su experiencia sí nos abren en cambio un mínimo resquicio de esperanza en el periodismo patrio más allá de los refritos y los insultos con los que nos despertamos cada día en este imperio sin luces.