Sobre el copyleft y el mundo editorial

Con menos presencia de la esperada ayer tuvimos un agradable rato en FNAC Zaragoza para hablar de Copyleft, mundo editorial y nuevas tecnologías, invitados por Javier Celaya, que venía a presentar su libro, “La empresa en la Web 2.0”. A la cita estuvimos invitadosJavier Prenafeta, Elena Lisón, directora de la revista digital Jurídicas XXI, Pedro J. Canut, abogado especializado en E-derecho y autor del blog Blogespierre y yo mismo

Entre el público pude reconocer a Maitrella, Tricas, Macallan y Torresburriel, que ya es mucho reconocer. El caso es que hablamos de muchas cosas y algunas muy interesantes. Hablamos del copyleft como filosofía, como deseo del autor, de la necesaria formación de jueces, profesores, periodistas y usuarios jóvenes y mayores.

Hablamos de la necesidad de compartir el conocimiento y de la necesidad de crear nuevos modelos de negocio y de gestión de los derechos. También de no demonizar a quien no lo haga, pero sí de alentar y animar a quien lo hace. Crear espacios libres de derechos de copia asegura el avance del pensamiento, de la cultura y crea realidades culturales diferentes, más ricas y más solidarias, en el sentido de compartidas.

Se habló además de nuevos modelos empresariales. El mundo editorial necesitará una evolución que replantee el modelo actual que guillotina libros en vez de redistribuirlos, o de plantearse una gestión diferenciada de derechos en digital y en papel como ha conseguido arrancar a Planeta el propio Javier con su libro.

Se habló de tantas cosas, de privacidad, de redes sociales, o de nuevos usos culturales, que se hizo extremadamente corta la tertulia y seguro que me dejo mil cosas de las que hablamos y que no consigo apuntar. Así que invito a un turno de comentarios para completar esa visión.

Curiosamente, hoy hemos conocido varias noticias que apuntan en direcciones que ya salieron ayer, por un lado, la intención de Reino Unido de formar a sus alumnos de primaria en el uso de las nuevas herramientas 2.0 y el plan de Google para digitalizar miles de volúmenes descatalogados con o sin permiso de sus autores o editores.

El nuevo modelo cultural y editorial no es nuevo, como decía ayer Pedro Canut, pero todos tendremos que dar pasos para adaptarnos a las nuevas redes de distribución y gestión de la cultura, del conocimiento, las artes, la educación y las letras. No arrancamos el conocimiento de los monasterios para dejarlo morir en los gestores de derechos. La Universidad, los autores, y los editores tendremos que ser conscientes de ello para no retroceder quinientos años en la ruta del saber.