Contra la discriminación racial: integración, derechos, servicios sociales, respeto, participación y educación

La Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-A) defiende el trabajo desde la interculturalidad para erradicar las situaciones de discriminación racial, que sufre especialmente en nuestro país la población inmigrante.

Para combatir la pobreza y la exclusión social entre los colectivos más vulnerables ante la discriminación racial, EAPN-A aboga por garantizar sus derechos fundamentales, mejorar el acceso a los servicios sociales básicos y promover su integración, respeto y participación en la sociedad de acogida.

La vicepresidenta de EAPN-A, Mamen Castellano, opina que atravesamos momentos difíciles, “en los que predomina el endurecimiento de las legislaciones de extranjería a escala europea y del discurso político”. “Esto se refleja en la criminalización mediática, social y política que se hace de la inmigración, culpándola de la situación de crisis económica, una imagen que no ayuda a fomentar una convivencia intercultural en la que veamos a los inmigrantes como vecinos y vecinas que han llegado a nuestra comunidad buscando una vida mejor, no como una amenaza”.

Desde Sevilla Acoge, Esteban Tabares manifiesta su preocupación ante un “racismo encubierto” en las políticas de inmigración y extranjería europeas y en España.  Tabares manifiesta su oposición a la directiva de Retorno Voluntario de la UE. “Existe una política muy dura para con los menores no acompañados, mientras se refuerza la externalización de las fronteras para controlar las migraciones ya desde los países de procedencia”

Sobre la modificación del anteproyecto de la Ley de Extranjería, alegó que “endurecerá las políticas ya existentes, sobre todo en materia de reagrupación familiar”. En plena crisis, esta política “genera prejuicios en ciertos sectores de la opinión pública tales como que los inmigrantes quitan trabajo a los autóctonos, y no hacen más que reforzar los viejos demonios de la xenofobia”

Por su parte, Alberto Revuelta, de CEAR Andalucía, recuerda que si bien la sociedad andaluza es abierta y receptiva, “aún existen manifestaciones racistas, especialmente en el lenguaje, para con los migrantes procedentes provenientes del norte de África”. Sigue pesando –dice- el prejuicio contra los magrebíes y la educación formal ha tenido una gran responsabilidad en ello, “por lo que necesitamos cambiar el modelo por otro que nos enseñe a convivir en el respeto mutuo y la tolerancia”.

Desde Voluntariado Claver, Armando Agüero, considera que conocer mejor a los inmigrantes extranjeros “ayuda a la convivencia pacífica y es una experiencia enriquecedora, permite liberarnos del miedo a lo desconocido”. Para ello, “es necesario incorporar al nuevo paisaje humano de nuestra comunidad cambios de valores y actitudes en cada uno de nosotros”.